Las manolas del gremio Choferes durante el desfile de anuncio del Carnaval 2016. |
Es común que cuando circulan dos personas por la calle, ya sea a pie o en cualquier clase de vehículo, la popularidad de una de ellas quede de manifiesto por la cantidad de personas a las que va saludando, al paso, por el camino: las constantes exclamaciones de "¡adiós, fulano!", "¡ese, zutano!", acompañadas por la señal de saludo, agitando levemente la mano levantada, pueden llegar a causar molestia a su acompañante por cortar continuamente el hilo de la conversación.
En Autlán, cuando una situación así ya es notoria, digamos cuando el aludido ya ha saludado a tres o más personas en una misma cuadra, puede ser que quien camina con él le diga de repente: "pareces manola". Esta expresión, que suele ser tomada de buena gana por aquel a quien va dirigida, tiene su origen en las manolas, uno de los principales protagonistas del Carnaval de Autlán. Son ellas las jóvenes que acompañan a las candidatas a reina durante los actos públicos, como farolas o desfiles.
Durante estos desfiles, como el del Entierro del Mal Humor, las manolas aparecen sentadas sobre el cofre de un automóvil o, de unos años para acá, en un carro alegórico, desde donde saludan graciosa y alegremente con la mano al público reunido en las aceras, a lo largo de todo el recorrido.
Y como en ese trance las manolas saludan a miles de personas, haciendo uso del recurso de la exageración los autlenses le atribuimos a nuestro amigo la popularidad, la gracia y el salero de una verdadera manola.
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