Un grupo de colonias del sur de Autlán (de las "de aquel lado del Coajinque") comparten, entre otras, la característica de llevar sus calles nombres de escritores mexicanos. Una de las principales, tanto por la carga de tráfico de autos y personas como por la cantidad de hitos que en ella se encuentran, es la de Octavio Paz.
Vista desde el extremo norte de la calle de Octavio Paz. |
La calle, de seis cuadras, corre de norte a sur y es uno de los cuatro ingresos a estas colonias desde el centro de Autlán. En ella desemboca el nuevo puente sobre el Coajinque, que la conecta con la calle de Francisco González Bocanegra y que fue construido después del paso del huracán Jova para sustituir al puente anterior, más pequeño, que sirvió como tapón al enorme caudal que bajó en esa ocasión por el arroyo y que fue una de las causas de los destrozos que los autlenses lamentamos en esos aciagos días. El extremo norte de Octavio Paz, donde está el puente, fue uno de los lugares inundados.
Aquí mismo arranca, hacia el poniente, la "nueva" carretera a Villa Purificación, que se encuentra pavimentada hasta el kilómetro 28 y que es utilizada como paseo recreativo por los autlenses.
Aquí mismo arranca, hacia el poniente, la "nueva" carretera a Villa Purificación, que se encuentra pavimentada hasta el kilómetro 28 y que es utilizada como paseo recreativo por los autlenses.
Un antiguo e imponente camichín. |
A la sombra de un árbol. |
La calle es casi por completo habitacional, aunque prácticamente en cada cuadra podemos encontrar tiendas de abarrotes. Aunque hay otros establecimientos menos convencionales, como un negocio de tatuajes y un establo de caballos. También hallamos servicios como la notaría de la nueva parroquia de San Juan Diego y una cancha de futbol, ya llegando al extremo sur, que se encuentra perfectamente circulada con malla. Justo al comenzar la falda del cerro Colorado, desde donde ya se divisan los edificios más altos de Autlán, termina la calle de Octavio Paz.
El remate sur de la calle de Octavio Paz. |
Octavio fue nieto de Ireneo Paz, periodista liberal que fungió durante la Intervención Francesa como secretario del gobernador republicano de Colima, Julio García. Con ese carácter, estuvo presente en la sesión de la firma del plan de Zacate Grullo y sirvió, exitosamente, como abogado defensor de un militar al que el cabecilla Antonio Rojas pretendía condenar a muerte. Este juicio se celebró en Autlán.
No hay comentarios:
Publicar un comentario