El autlense Rubén Villaseñor Bordes (1914-2000) es recordado preferentemente como historiador, debido a que a él debemos la mayor parte del conocimiento de nuestra historia que tenemos los autlenses, gracias a sus trabajos de investigación en archivos históricos en Autlán, la ciudad de México y España. Sin embargo, la profesión a la que se dedicó fue la medicina, que ejerció en Autlán, Guadalajara y el Distrito Federal.
Para acceder al título de médico por la Universidad Nacional Autónoma de México, don Rubén Villaseñor realizó su servicio médico social en el vecino pueblo de Unión de Tula en 1938. Producto de este servicio social y de sus observaciones en campo, que debía asentar en reportes para presentar en su Universidad, don Rubén redactó una tesis con el título Relación higiénico-sanitaria de Unión de Tula, Jalisco en 1938, que publicó en 1939 y que le valió la obtención del título.
En esta tesis que, a reserva de evidencia en contrario, se puede considerar la primera publicación en la prolífica carrera de don Rubén, ya apuntan algunas de las virtudes que lo caracterizaron como historiador, como la claridad de su prosa y la rotundidad de sus argumentos. En ella describe, en 49 páginas, la situación higiénica que guardaba Unión de Tula hace casi 80 años, pudiendo servir también para conocer la forma de vida de ese pueblo y de la región en general, que pocos años antes había vivido un clima de guerra civil y pasaba por un periodo de carencias económicas y sociales.
Don Rubén comienza describiendo las generalidades del pueblo, como su historia, situación geográfica y social y su aspecto general, así como estadísticas de nacimientos y mortalidad, tomadas de los registros oficiales. Enseguida relaciona detalladamente la forma de vida de los unitulenses (gentilicio que da a los habitantes de Unión de Tula, en lugar del actual "tulenses"), haciendo énfasis en el aspecto sanitario: describe la manera en que se conseguía el agua para uso general, la manera de tratar los desechos, las carencias fácilmente salvables en las casas, como la falta de drenajes o de letrinas adecuadas, la afición de los habitantes por la consulta a curanderos, la manera de trabajar de las comadronas, el manejo de los alimentos y del ganado, entre otros aspectos.
También describe algunas de las acciones que realizó en su estancia de ocho meses en Unión de Tula, como los tratamientos que aplicó para algunas enfermedades y otras de carácter preventivo. Al final, después de un resumen de la tesis, hace una crítica en la que sugiere acciones a la Universidad para el mejoramiento de las condiciones higiénicas del pueblo, como la instalación permanente de servicio médico social y la implementación de educación en higiene entre los niños de educación básica.
Aunque creada con otra intención, esta tesis resulta un documento histórico de gran interés, que permite conocer la forma de vida de Unión de Tula y de la región en un momento histórico todavía muy poco estudiado.
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