El arranque del taller no coincidió
con el inicio de la lectura de la novela, sino que estuvo dedicado a escuchar y
dialogar con el doctor Sergio López Mena, laguense como Azuela, doctor en
Letras por la UNAM y profesor e investigador en esa casa de estudios, además de
haber sido alumno de Antonio Alatorre. Él, mediante videoconferencia desde la
Ciudad de México, habló con los integrantes del club sobre la vida y la obra de
Mariano Azuela, sobre su novela Los Fracasados y sobre Lagos de Moreno,
ciudad que los talleristas planean visitar al concluir las diez sesiones de este
taller.
El doctor López Mena comenzó su
intervención leyendo un texto sobre la biografía de Mariano Azuela, en el que incluyó
los domicilios precisos en que el escritor nació, vivió y trabajó en Lagos, así
como de sus vínculos familiares y sociales en esa ciudad, como la tienda que su
padre tuvo en la esquina de Hidalgo y López Cotilla, donde ahora hay una
plazuela dedicada al autor de Los de abajo. Mientras ejercía la medicina
en Lagos, fue que se incorporó a la Revolución con las fuerzas de Julián
Medina, precisamente como médico.
De su paso por esta conflagración
surgió Los de abajo, una crítica a la Revolución y a los revolucionarios,
de quienes el autor observó que los había que no sabían por qué peleaban. Esta crítica
aguda de la incongruencia que observaba en las personas y las sociedades fue
común en toda su obra, según el doctor Sergio: en María Luisa, su
primera obra, señalaba a quienes no tenían escrúpulos morales, en Los
Fracasados denuncia a una sociedad “de conveniencia e incongruencia” que
encontró en Lagos al regresar de su época de estudiante en Guadalajara. Esta
novela sería, según el ponente, con la que decide dedicarse a la escritura y la
segunda que publicó, en el año 1908, donde hace un retrato de la sociedad
laguense alrededor de dos personajes “fracasados” en sus ideales y en el
intento de implementarlos en su comunidad: el cura Cabezudo, que corresponde al
sacerdote Gregorio Retolaza y que pretende defender a la Iglesia de los
liberales, y el abogado Reséndez, que llega al pueblo con la intención de
impartir justicia desde un cargo público y se encuentra con el obstáculo insalvable
de una sociedad corrupta.
Sin embargo, el doctor López Mena
considera que Azuela habla muy bien, con mucho amor, de Lagos, según puede
observarse en los pasajes en que describe físicamente a la ciudad, a la que el
ponente define como una “ciudad levítica”, donde las campanas de los templos
llevan el ritmo de la vida y muchas familias sueñan con tener un hijo cura. Sobre
la personalidad de Mariano Azuela, el doctor Sergio mencionó que ejemplifica al
jalisciense, exigente en términos de moral y que señala las fallas de la
sociedad en la que vive, tuvo vínculos fuertes con la Iglesia y una intención
de ayudar y curar a los demás, que sería el origen de su profesión de médico y
de sus truncados estudios en el Seminario.
El invitado también comentó otros
libros: recomendó Los Fracasados de Mariano Azuela. Un recorrido histórico
por Lagos de Moreno a finales del siglo XIX y principios del XX, del
investigador José Espinosa Limón, donde se hace un estudio de esta obra y de la
sociedad laguense del Porfiriato; además expresó su opinión de que la mejor
novela de Azuela es La luciérnaga, donde se refleja una forma de pensar
y escribir muy del siglo XIX.
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