El doctor Cobián. |
Como para dar un contexto de cómo
fue que llegó a interesarse por la publicación de libros de forma artesanal, el
doctor Cobián comenzó narrando sus inicios en la lectura, durante su infancia,
a través de las revistas que su padre compraba y llevaba a casa. Además de haber
hecho con ellas sus primeras lecturas, también le sirvieron para promover esta
actividad entre sus amigos y vecinos, a quienes prestaba o rentaba revistas,
que exhibía colgadas en un mecate.
El ponente mostró enseguida
algunos trabajos artesanales realizados en su casa, como recopilaciones de
revistas empastadas, cuadernos de bocetos hechos con papel y cartoncillo de carpetas
que ya no tenían otro uso y algunos libros publicados en la década de 1990 de
autores locales, como Arnulfo Álvarez, Joaquín Cuéllar y él mismo, con la técnica
que ahora se conoce como edición cartonera. Algunas de las ventajas de este
tipo de trabajo, afirmó, son el reciclaje de materiales, que los autores que no
tienen acceso a las grandes editoriales o que no tienen un gran presupuesto
tienen mayor posibilidad de publicar, el combate al monopolio de las grandes
empresas y la disminución de los costos.
El doctor Cobián llevó al taller
las piezas para armar un libro cartonero: las hojas impresas en el orden
correcto, trozos de cartón cortados en el tamaño necesario, aguja e hilo. Ante
la mirada de los asistentes, tomó cada una de las piezas y armó un ejemplar de Cuentos
de la coladera, una recopilación de cuentos de sus alumnos de la Escuela Preparatoria
Regional de El Grullo, explicando cada paso. Para terminar, invitó al público a
tomar las piezas de un ejemplar y llevarlos a casa, para que lo armaran y conocieran
mejor este proceso, además de hacerse con un nuevo libro para su biblioteca.
Recogiendo las piezas. |
El taller terminó con la lectura
de algunos de los Cuentos de la coladera, para pasar a una nutrida
sesión de preguntas y comentarios, en el que quedó patente el interés por el
tema y el asombro de haber visto nacer un libro ante nuestros propios ojos.
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