El Cantinero Científico consiste en
una ponencia sobre ciencia presentada por un experto, en un ambiente relajado y
con un formato de charla informal, con lenguaje llano y apertura al diálogo. Esta
vez el título de la sesión fue Una mirada a la ciencia aplicada: óptica +
matemáticas y estuvo a cargo del doctor José Antonio Muñoz Gómez, profesor
e investigador del Centro Universitario de la Costa Sur. Su plática versó sobre
la importancia de la sombra en el estudio de la luz y en otros asuntos que han
captado la atención de las personas desde que existe memoria. Recordó, por
ejemplo, la proeza de Eratóstenes para medir la circunferencia de la Tierra a
partir de la sombra de una vara en la Alejandría de antes de nuestra era; la
fórmula de Horn para medir la altura del relieve de los objetos a partir de la
sombra que proyecta la luz sobre ellos y el papel imprescindible que juega en
las artes plásticas, como la pintura y la fotografía, para lograr los volúmenes
de los cuerpos. Afirmó, en un momento de su plática, que no se puede entender
la luz sin la sombra.
Pero, a manera de preámbulo para
esta plática, hubo una serie de consideraciones sobre la sucesión de
generaciones humanas que han circulado sobre la Tierra en 200 mil años: un
cálculo superficial indica unas 2 mil 500 generaciones, que han compartido,
entre otras cosas, una visión idílica del pasado y una pesimista sobre el futuro,
un cierto desencanto sobre su forma de vida en relación con las de otras
generaciones y una insatisfacción con la tecnología y recursos disponibles. Esta
disquisición desembocó en la exposición sobre la luz y la sombra de que
hablamos arriba y que fue la parte medular de la tarde.
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