martes, 20 de febrero de 2024

Un recuerdo de José Atanasio Monroy en su 23 aniversario luctuoso


 La mañana del lunes 19 de febrero en el Parque Funeral Autlán se celebró una ceremonia de conmemoración de la vida y la obra del pintor José Atanasio Monroy, con motivo de su 23 aniversario luctuoso. A la ceremonia, que comenzó a las 20:40 horas, asistieron unas 20 personas, entre quienes se encontraban socios del Grupo Cultural Autlense y del Capítulo Costa Sur de la Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística del Estado de Jalisco (BSGEEJ), funcionarios municipales y del Centro Universitario de la Costa Sur (CUCSur), amigos y un ex alumno de don Atanasio y funcionarios municipales. Como representante del presidente municipal acudió Fray Pedro Gómez Rodríguez, su secretario particular, y en representación de la rectora del CUCSur estuvo Alberto Cuauhtémoc Mayorga Madrigal, secretario académico de ese centro de estudios.
Cuarteto Autlán.


En la ceremonia participó también el Cuarteto Autlán, integrado por Jaime Gabino Gómez Acosta al piano, Carlos Guadalupe Morán Bautista en el acordeón, Víctor Rafael Ambriz Morán en el violín y Salvador Gómez Acosta en el contrabajo. En distintos momentos del programa, este grupo musical interpretó el vals Lencha, de Clemente Amaya, La vida en rosa, de Louis Guglielmi, el vals Olímpica, de José Herrera, A media noche y, para cerrar la ceremonia, el pasodoble Zotoluco, de Carlos Guadalupe Morán.

Luego de las dos primeras piezas interpretadas por el cuarteto, el maestro de ceremonias cedió el uso del micrófono a Martha Florentina Corona Santana, socia de la BSGEEJ, quien leyó un texto que preparó para esta ocasión, conteniendo una biografía de Monroy. En ella menciona los nombres de sus padres y los domicilios en que vivió en Autlán antes de su partida a la ciudad de México, quiénes fueron sus maestras en la escuela primaria y su paso por la banda municipal de Autlán tocando el saxor. De aquí, su paso por la Academia de San Carlos, sus viajes a Europa y su obra mural y de caballete, su regreso a Autlán de forma definitiva y la creación en 1999 del premio regional de pintura José Atanasio Monroy, organizado en sus inicios por el Centro Universitario de la Costa Sur y que actualmente es una bienal internacional que convocan la Secretaría de Cultura de Jalisco y la Universidad de Guadalajara.

El maestro Jesús Donaciano Medina García, académico del Centro Universitario de la Costa Sur, dio enseguida otra semblanza de Atanasio Monroy, aunque ésta enfocada más en su obra: la influencia de Saturnino Herrán y Diego Rivera, su cercanía con el muralismo mexicano y, sobre todo, los tres murales que pintó, en el Centro Escolar Chapultepec de Autlán y en la Escuela Vocacional (hoy Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías) y el Parián de Guadalajara. El maestro Medina también se refirió al que hubiera sido su cuarto mural, que se pintaría en el cubo de la escalera de la Presidencia Municipal de Autlán durante la administración del presidente municipal Gabriel Lima Velásquez y cuyo permiso fue cancelado por el Ayuntamiento, cuando ya estaba otorgado. Don Atanasio, dijo, tuvo que elegir en su juventud entre el arte de la música y el de la pintura; a partir de esta elección tuvo clara su vocación.

José Alfredo Jiménez.


La tercera intervención de la mañana fue de José Alfredo Jiménez, quien fuera el último alumno de don Atanasio. Él recordó a su maestro como un ser resiliente, que tuvo que sortear obstáculos y dificultades desde su infancia, ninguna de las cuales le impidió seguir su vocación: su temprana orfandad, su soledad en México, los conflictos políticos que le impidieron en distintos momentos la creación o seguimiento de su obra (la ya mencionada cancelación del permiso para pintar el mural de la Presidencia y la defenestración del gobernador Marcelino García Barragán, que obstaculizó la conclusión de su mural en la Vocacional son dos ejemplos) y la embolia que sufrió antes de su regreso a Autlán, a una edad ya avanzada, que le paralizó la parte derecha del cuerpo y que don Atanasio sorteó aprendiendo, a esas alturas de su vida, a pintar con la mano izquierda.

Después de este mensaje se procedió a la instalación de dos guardias de honor: la primera con trabajadores del Ayuntamiento y representantes de grupos culturales y la segunda de la Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística del Estado de Jalisco.

Fuera de programa, la profesora Griselda Álvarez Navarro, quien fuera amiga de don Atanasio, tomó la palabra para hacer un recuerdo de su personalidad y su generosidad.

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