David Izazaga y Didiana Sedano. |
Fue Izazaga el primero en tomar
la palabra, para recordar cómo nació la iniciativa de publicar una serie de
textos que hablaran, desde distintos puntos de vista, de la vida y la obra de
Antonio Alatorre, realizados por amigos y alumnos del filólogo. Es una
publicación en conjunto entre la editorial Aldus y la Secretaría de Cultura jalisciense,
que sería presentada dentro de la conmemoración del centenario de Antonio
Alatorre, en julio de 2022, pero que, por diversas circunstancias, entre las
que el presentador mencionó el prematuro anuncio de su presentación, no estuvo
lista para esa fecha. Sin embargo, desde que el libro fue publicado ha sido
llevado a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, a ferias del libro
de Zapotlán, Tepic y otros lugares y próximamente será llevado a Querétaro. “Lo
seguiremos moviendo en distintas ferias del libro”, aseguró el presentador.
Enseguida, David Izazaga leyó la
presentación que escribió Sergio Téllez-Pon para este libro, en la que compara
a Antonio Alatorre con Juan Rulfo y Juan José Arreola, calificándolo como una
figura más discreta pero igual de central en la cultura mexicana; también
explica en ella cómo este libro tardó años en salir, pues estaba pensado para
ser publicado luego de la muerte de Alatorre.
De los textos que se incluyen en
el libro, de autores como Miguel Ventura, Cristopher Domínguez Michael, Naief
Yehya o David Huerta, Izazaga resaltó la entrevista que le hizo Jean Meyer a
Antonio Alatorre como la parte que más le gusta. De esa entrevista leyó algunos
fragmentos, en los que Alatorre recuerda a María Mares y su escuela.
Sobre Una boda en Tuxpan,
David Izazaga explicó que, como parte del programa de actividades y
publicaciones de Guadalajara como Capital Mundial del Libro, surgió en la Secretaría
de Cultura una serie de ocho títulos con tirajes de dos mil ejemplares para
distribuirse gratuitamente en todo Jalisco, con la intención de llevar esa
fiesta de las letras a todo el Estado. Una boda en Tuxpan es “una de las
joyitas” de esta colección, en la que hay obra de autores como Agustín Yáñez, Jorge
Esquinca, Raúl Aceves, Juan Manuel Gómez Encarnación y otros.
Didiana Sedano comenzó su
intervención comentando la apertura de la Secretaría de Cultura, que está
buscando llevar actividades a los municipios fuera de la Zona Metropolitana de Guadalajara.
Ella fue invitada a escribir el prólogo a esta edición, lo que le parece
paradójico porque, dijo, ella nunca lee prólogos en ningún libro; por eso leyó
en voz alta este texto introductorio para los asistentes, previendo que ninguno
de ellos lo leyera cuando acudiera al libro. Este prólogo es una semblanza de
Refugio Barragán de Toscano, una escritora versátil y que fue considerada de
importancia por sus contemporáneos; también hace una descripción del libro, al
que califica como un documento casi antropológico, y de las circunstancias y el
contexto en que fue escrito.
La presentadora explicó que Una
boda en Tuxpan es el documento más antiguo conocido en el que se describe
una boda tradicional indígena en el sur de Jalisco, por lo que su publicación
tiene valor literario, pero también antropológico; llamó a leerlo sin la
corrección política de nuestros tiempos y a no escandalizarnos cuando
encontráramos términos como indio o prieto.
Estas bodas tradicionales,
explicó Izazaga, eran fiestas muy caras, que podían durar tres días; la última
que se tiene registrada ocurrió hacia 1970. Una boda en Tuxpan fue
presentado por primera vez en el llamado pueblo de la fiesta eterna, donde fue
bien recibido por la comunidad indígena; es también un ejemplo de una muy buena
crónica que hace sentir al lector como si estuviera en el lugar en que se
desarrollan los hechos. Didiana dijo, enseguida, que Refugio Barragán vivió en
Autlán durante algunos años, en su adolescencia, cuando su padre tuvo un negocio
aquí.
Luego de estas presentaciones hubo
una nutrida sesión de preguntas y comentarios, en la que se trataron asuntos
como la conveniencia de publicar la entrevista que le hizo Jean Meyer a Antonio
Alatorre junto con el prólogo que éste escribió a las Crónicas de Autlán de
la Grana, Jalisco, de don Ernesto Medina Lima, o el aporte de El sabio
de Autlán para “popularizar” la figura de Antonio Alatorre y sacarla de los
círculos académicos. No faltó quien recordara detalles de las bodas
tradicionales indígenas.
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