La tarde del martes 28 de
septiembre en el salón de usos múltiples del Museo Regional se llevó a cabo el
tercero de los talleres de lectura de cuentos de autores jaliscienses que
comenzaron en julio pasado y terminarán en junio de 2022, como una continuación
de los talleres de lectura de novela que se han celebrado ahí desde 2016. La sesión
comenzó a las 17:20 horas, con la asistencia de seis personas.
Este tercer taller estuvo
dedicado a analizar y comentar el cuento Bacanal con bacanora, de Ramón
Rubín. En este relato un jovencísimo agente viajero visita Navojoa hacia
principios de los años 1930 para levantar pedidos y ahí tiene un encuentro con
un grupo de soldados yaquis que fueron a la ciudad a cobrar sus haberes. El joven
se ve obligado a aceptar la invitación de los yaquis a celebrar en la cantina
del pueblo, donde sufre su primera borrachera, bebiendo una cantidad
indeterminada de bacanora, durante la cual observa los modos y la forma de ser
de los indígenas, desde la euforia de la celebración hasta el fatalismo de la
resaca.
En la sesión, cada uno de los
asistentes compartió su interpretación de esta historia. Todos vimos cosas
diferentes, aunque complementarias entre sí: desde una descripción de la forma
de celebración de los yaquis hasta una imagen de la descripción y el temor
infundado de que eran (¿son?) objeto los indígenas en México, pasando por la
frustración y carencias ancestrales canalizadas en el abuso del alcohol. No faltó
quien interpretó esta historia como una imagen del inicio de una convivencia e
integración pacíficas luego de años de guerra entre mestizos e indios en el
norte de México y quien vio en este relato cómo la vida a veces empuja a entrar
a donde uno no quería y obliga a cambiar planes y proyectos.
Entre los elementos que
resultaron de interés para los seis lectores estuvieron la descripción de una
escena, la de la invitación que hicieron los yaquis al joven para celebrar en
la cantina, que resulta violenta en una primera lectura pero que, una vez
analizada, se le puede encontrar una cierta ternura y camaradería; así como la
riqueza y variedad de lenguaje que son características de la obra de Rubín. Además
de los regionalismos y palabras derivadas de las lenguas indígenas encontramos
arcaísmos, como regoldar, que en el Quijote ya se menciona como una palabra que
está siendo reemplazada por su sinónimo eructar.
Los talleristas también ensayaron
algunos títulos alternativos para el cuento, entre los que se contaron Confortablemente
sobrio y Huye, venado, huye.
Los talleres de lectura de cuento se llevan a cabo el último martes de cada mes.
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