Este mediodía, con la intención de conocer el trabajo y a los integrantes de la Escuela Taurina Municipal de Autlán, acudimos a la plaza Alberto Balderas a hacerles una visita, aprovechando que esa hora se encuentran entrenando. Después de ingresar al coso por la puerta de la calle de González Ortega, que lleva directamente al ruedo, fuimos recibidos por el maestro Pedro Rosas, el director de la escuela.
Aproximadamente 15 de los 25 alumnos con que cuenta esta escuela, la única en Jalisco fuera de Guadalajara, se encontraban haciendo ejercicios de banderillas con la carretilla armada con cuernos de bovino que se utiliza para este efecto. Otros, mientras tanto, se ejercitaban en el manejo del capote mediante diferentes técnicas. Era notable el entusiasmo y la alegría con los que estos niños y adolescentes se entregaban a los ejercicios, sin que el sol que caía a plomo ni la temperatura que ya rebasaba los 30° hiciera mella alguna en su ánimo.
El maestro Rosas, un viejo torero de la legua, nos invitó a pasar al palco, donde sostuvimos una sabrosa plática. Ahí pudimos saber que la escuela, que se encuentra inscrita a la Federación Mexicana de Escuelas Taurinas, está abierta a recibir en cualquier momento a nuevos alumnos sin importar su edad ni el grado de conocimiento que tengan sobre la tauromaquia. La inscripción es gratuita y no se cobra cantidad alguna por concepto de colegiatura, el alumno únicamente debe pagar el costo de un capote para su propio uso, que es mandado confeccionar con una costurera local que otorga un precio especial a la escuela. En la plaza se cuenta con los demás trastos y equipos necesarios para el entrenamiento.
Las primeras tareas que desarrolla un alumno de nuevo ingreso, dirigido por el maestro Pedro, es ejercitar las manos con el capote mediante la ejecución de verónicas. Conforme avanza en el conocimiento y la "soltura" de las manos, el alumno va siendo capaz de hacer otros ejercicios. El objetivo de asistir como alumno a esta escuela no es precisamente el de convertirse en torero: lo que aprenden aquí les servirá, según nos explicó el maestro, para conocer mejor la tauromaquia y todo lo que hay alrededor de ella, además de adquirir disciplina y de ser un buen ejercicio físico.
En la dirección de los trabajos el maestro Pedro Rosas es apoyado por dos ex alumnos de la escuela, Brandon y Ángel, que ya han tenido experiencia en festejos taurinos. El primero de ellos estudió también en la escuela taurina de Guadalajara.
Entre los alumnos que asisten actualmente hay algunos que ya tienen un nivel avanzado y están listos para participar en una tienta. Dos de ellos son mujeres. Próximamente participarán en una en la ganadería de San Constantino, en Soyatlán del Oro, Jalisco; por lo pronto, se organizan para asistir a la ciudad de Aguascalientes el próximo 7 de abril a un festejo taurino.
Conforme se acercaba la 1 de la tarde los alumnos se acercaban al palco, sudorosos y contentos, a despedirse respetuosamente del maestro Pedro, quien los citaba para la sesión del lunes por la tarde y les recordaba del viaje del 7 de abril. Estuvimos de acuerdo en que en Autlán hay afición taurina para rato.
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