Originario de Ocotlán, Juan Ignacio Arroyo Verástegui llegó a Autlán en 1980 para estudiar el bachillerato en la Escuela Preparatoria Regional de Autlán, donde trabajaban dos de sus hermanas. Enseguida estudió la carrera de Agrónomo Fitotecnista en la recién abierta Escuela de Agronomía (hoy CUCSur). En Autlán ha desempeñado diversos trabajos: desde 1985 es docente en la preparatoria de la UdeG, es integrante de Cruz Ámbar desde el año en que llegó a Autlán, de la que ha sido comandante nacional, y desde 1984 es radioaficionado con licencia de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
Ingresó a la Benemérita Sociedad Mutualista de Empleados, Obreros y Artesanos (BSMEOA) en 1983, destacándose desde el principio por su actividad: fue secretario durante 4 años, además de tesorero, vicepresidente y presidente de la sociedad. En su calidad de socio mutualista presidió la Federación Regional, que aglutina a las sociedades mutualistas de Jalisco y Colima, y presidió también la Confederación Nacional durante 5 años, siendo el primer socio jalisciense en ocupar su presidencia. La Confederación Nacional es el organismo en el que se reúnen las sociedades mutualistas de todo el país y ha sido presidida por socios de ciudades como Monterrey, Tijuana, La Paz y Celaya, siendo Autlán la única ciudad pequeña en haber ocupado su presidencia.
El trabajo de Ignacio Arroyo como mutualista también ha tenido trascendencia internacional, al ser secretario fundador y posteriormente vicepresidente de la Organización de las Sociedades Mutuales de América (ODEMA), en Argentina, que reúne a sociedades de 19 países y que forma parte de organismos internacionales como la Organización Internacional del Trabajo, la Asociación Internacional de la Seguridad Social (AISS) y ONU Mujeres. Como integrante de ODEMA, Arroyo fue comisionado a la 40 Asamblea General de la OEA en Perú.
Como socio mutualista, Ignacio Arroyo ha obtenido los grados de Mutualista Distinguido de Occidente, Legionario del Mutualismo Nacional, Maestro del Mutualismo Nacional y, desde el pasado 25 de julio, Benemérito del Mutualismo Nacional.
Este último título es otorgado por la Confederación a personas o instituciones que se distinguen en actividades relacionadas con el mutualismo, siendo el grado máximo a que puede aspirar un socio. Entre otros requisitos, el aspirante a benemérito debe tener el grado de Maestro del Mutualismo Nacional por lo menos desde cinco años antes de su nombramiento, ser impulsor de una nueva sociedad mutualista (Arroyo lo ha sido de la Sociedad Mutualista de El Corcovado, El Cacalote y la Laja, conocida como CORCALAJ), realizar un taller con los socios mutualistas sobre algún tema relacionado con el mutualismo, tener una cantidad mínima de asistencia a Congresos Nacionales, entre otros.
Como Benemérito del Mutualismo Nacional se convierte ahora en un asesor, mediador y se obliga a preservar los principios del mutualismo, así como a innovar en la vida social. Debe ahora aplicar su experiencia y sabiduría en beneficio del mutualismo nacional. Para la BSMEOA, el tener entre sus socios a un benemérito implica tener un mayor "peso específico" en el mutualismo nacional.
Según Ignacio Arroyo, actualmente en México hay otros tres Beneméritos del Mutualismo Nacional con vida, dos de ellos en Tijuana y uno más en La Paz y otros doce mutualistas ya fallecidos han sido honrados con este título. En total, solamente 16 beneméritos en 84 años de historia mutualista nacional, lo que da una idea de la dificultad de acceder a semejante grado. La mayoría de los beneméritos han sido socios de ciudades del norte del país, distinguiéndose las sociedades Círculo Mercantil Mutualista de Monterrey y Centro Mutualista de Zaragoza, de Tijuana, con más de un benemérito en su historia.
En Autlán, Ignacio Arroyo es el primer socio mutualista en ser nombrado benemérito. Antes de él hubo cuatro socios que alcanzaron el grado de Maestro del Mutualismo Nacional: Jaime Llamas García, Pablo Morán Real, Silvestre Borbón y Francisco Plazola Cervantes.
Sobre su recién adquirido grado de benemérito, Ignacio Arroyo dice que "es inmerecido" y que "no se necesitan títulos para trabajar por el mutualismo." Es un título que trae consigo mucha responsabilidad y lo toma más como una fuente de nuevas obligaciones y trabajo que como un reconocimiento a su labor mutualista anterior. Dice sentirse "más obligado a tener cuidado con lo que hace y no hace dentro de la sociedad".
En CulturAutlán creemos que este título confirma la importancia de Autlán dentro del mapa mutualista nacional y es un justo reconocimiento al trabajo altruista de Juan Ignacio Arroyo Verástegui.
Ignacio Arroyo con su título de Benemérito del Mutualismo Nacional. LXXXIV Congreso Nacional Mutualista. |
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