miércoles, 21 de junio de 2023

Quinta sesión del taller de lectura de El Brujo de Autlán


 En la sala de cómputo de la biblioteca municipal Paulino Navarro, la tarde del martes 20 de junio el Club de Lectura Trashumante celebró la quinta y penúltima sesión de su taller de lectura del libro El Brujo de Autlán, de Antonio Alatorre. La sesión comenzó a las 17:10 horas, con la asistencia de siete talleristas.

Esta sesión estuvo dedicada a que cada uno de los participantes compartiera el producto de la lectura del libro, hasta la sexta etapa del proceso contra Marcos de Monroy. Desde la primera sesión se había puesto esta fecha como plazo para que, quien quisiera hacerlo, entregara un texto de cualquier género inspirado en la lectura de El Brujo…, con la finalidad de reunirlos en un libro artesanal, del que cada participante tendrá un ejemplar. La sesión de este 20 de junio, entonces, comenzó con la lectura en voz alta de cada uno de los textos, por su propio autor.

La lectura de los textos lo inició Miriam Vaca, con su cuento La herencia de Ana de Contreras, la historia ficticia de una de las testigos del proceso contra Marcos; Fausto Nava y Maricela Huitrón escribieron Yo no soy tan malo, en la que Marcos de Monroy da su propia versión de su historia; la maestra Maricela, en solitario, escribió Y todo por hacer el bien, donde narra los padecimientos de la curandera María Pascuala al atreverse a curar a una mujer hechizada por Marcos; Marta Gómez recreó las tradicionales pláticas sobre aparecidos en su cuento Brujería, verdad o fantasía; y Feliciano Medina leyó el picaresco relato Autlán de la Gomorra. Guillermo Tovar leyó un texto titulado El último viaje de Marcos de Monroy, en el que reflexiona sobre la muerte del supuesto brujo, a tiempo para no ser castigado por la Inquisición.

Entre los textos también hubo tres corridos: Maricela Huitrón adaptó la letra del corrido de Rosita Alvírez para hacer un Corrido de Marcos de Monroy; Marta Gómez hizo otro corrido con el mismo título y Feliciano Medina uno llamado El curandero enamorado, ambos parodiando la letra de Juan Charrasqueado. En total, nueve textos inspirados en la lectura de El Brujo de Autlán.

Para terminar la sesión, Guillermo Tovar expuso el caso de Juan Bautista de Ubidea, el vecino de Autlán de origen vasco que fue designado notario en la última parte del proceso contra Marcos de Monroy. Basado en el libro La grana de Autlán, de Lilia Victoria Oliver Sánchez, habló de la posición social de este personaje, que le valió para ser considerado por los franciscanos como digno de desempeñar el cargo de notario, pero también los claroscuros de su vida privada: su sirvienta Francisca García afirmó después de su muerte que “la desfloró con promesa de matrimonio”, por ejemplo. Este hombre murió en Autlán en 1720, sin dictar testamento, por lo que se tuvo que llevar un proceso de intestado que es la fuente para que podamos conocer su vida y bienes y, también, parte de la vida del Autlán del siglo XVIII. Algo semejante a lo que ocurrió con Marcos de Monroy.

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