Esta tarde, en la plaza de toros Alberto Balderas y como parte del programa de las Fiestas Patrias 2011, se llevó a cabo una competencia tradicional en Autlán pero que tenía ya muchos años sin realizarse: el palo ensebado. El evento comenzó después de las 18:00 hrs., con más de una hora de retraso, y fue presenciada por unas 500 personas.
Antes del palo ensebado se hicieron algunos juegos taurinos. Para comenzar, dos de los alumnos más avanzados de la Escuela Taurina municipal realizaron una tienta con un par de vaquillas bravas. Alejandro Tapia el loco de la Quinta y Óscar Rosas le hicieron algunos pases a las reses, aunque a causa del estorbo del palo ensebado, que ya estaba instalado en el ruedo, no fue posible apreciar muy bien sus avances.
Después de la tienta siguió el juego denominado "el toro embolado". Este juego consiste en colgar de la testuz de un becerro una bolsita con un premio (en esta ocasión fue una cantidad de dinero), para que los competidores, organizados en equipos, traten de quitársela con las manos, sin el uso de ninguna herramienta. Aquí los mismos alumnos de la Escuela Taurina formaron el primer equipo, que rápido se hizo con el premio.
El toro embolado.
El siguiente juego taurino fue uno denominado "toro gol", consistente en formar dos porterías como las del futbol, una en cada lado del ruedo (aquí se improvisaron con botes de basura y con conos de vialidad), para que equipos formados por cuatro o cinco competidores traten de hacer que un becerro (que hace las veces de un balón) pase por la portería contraria, a fuerza de arrearlo o citarlo, nunca tocándolo o lazándolo.
El toro gol.
Al final se dejó la competencia fuerte, el palo ensebado. Este juego se realiza con un poste de unos cinco o seis metros de altura, completamente cubierto de sebo o manteca. En la cima del poste hay una cruz de madera, de donde penden los premios que obtendrá quien sea capaz de subir hasta allá y descolgarlos. Para lograr esto se forman equipos de seis competidores, que se organizan para subir uno sobre otro hasta, hipotéticamente, llegar a los premios. Y digo hipotéticamente porque resulta bastante difícil llegar a mitad del poste, muy difícil mantenerse ahí y casi imposible trasponer el último tercio, debido a que los competidores que quedaron en la base tienen que soportar el peso de los demás, que por su parte pasan fuertes trabajos para sostenerse debido a lo resbaloso del poste. En la competencia de hoy se armaron dos equipos, de los que ninguno pudo subir hasta la cima. Al final los dos grupos se unieron para hacer más fácil el trabajo de bajar los premios, pero ni aún así lo lograron. Los organizadores, en cambio, rifaron entre todos los competidores los premios, que iban desde electrodomésticos hasta dotaciones de carne, regalados por algunos patrocinadores.
El palo ensebado.
Yo tenía muchos años sin ver este tipo de competencias y, hasta donde sé, ya hace tiempo que no se realizaban en Autlán, aunque en décadas pasadas fueron muy populares. A pesar de su dificultad, son bastante entretenidos.
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