El primer momento fueron los
honores a la Bandera, dirigidos por el profesor Moisés Tapia Chagolla y con la
participación de la escolta de la dirección de Seguridad Pública y la banda de
guerra municipal. Enseguida, el cronista municipal, Guillermo Tovar Vázquez, dio
un mensaje sobre la importancia del acontecimiento histórico que recordamos en
este acto. Comenzó proponiendo a los asistentes un ejercicio de imaginación,
para ubicarnos en la Plaza de Armas, hoy jardín Hidalgo, hace 200 años: no
había automóviles ni ruidos, ni bancos ni la Presidencia Municipal, tampoco
estaban la cuadra que limita al sur el jardín; ni siquiera la torrecilla del
reloj había sido construida. En su lugar, estaban el cementerio de la parroquia
y las instalaciones que habían sido del convento franciscano, las casas
consistoriales; de esa época solo se conservan el jardín Hidalgo, ya muy
modificado, y el pórtico de la parroquia, que data de 1745.
En ese contexto físico se realizó
la ceremonia de jura de la Independencia, que el cronista narró muy brevemente:
dijo que fue muy sencilla pero sumamente relevante y la calificó como uno de
los momentos más importantes de la historia de Autlán. En ella, el párroco de
Autlán, José Diego Gómez, les hizo tres preguntas a las autoridades civiles y
militares y al pueblo en general, la segunda de ellas era si juraban reconocer
la independencia y guardar la paz entre europeos y americanos, luego de las
respuestas afirmativas, los participantes pasaron en procesión a la parroquia a
oír misa, al término de la cual las autoridades pasaron a tomar sus puestos a
las casas consistoriales. Así nacía la vida independiente en Autlán.
El cronista también dio un
contexto histórico de este acontecimiento, relatando cómo después de más de
diez años de guerra civil comenzó una serie de conspiraciones entre militares
realistas, que después integrarían a líderes insurgentes, de donde nació el Plan
de Iguala, al que se fueron adhiriendo jefes realistas de las diversas
provincias del reino de la Nueva España. En el caso de la provincia de Guadalajara,
el general Pedro Celestino Negrete se adhirió a él en San Pedro Tlaquepaque el
13 de junio de 1821, para tomar la ciudad de Guadalajara al día siguiente y
enviar a las capitales de los 28 partidos en que se dividía la provincia la
orden de jurar la independencia. El día 20 llegó esa orden a Autlán, que se
ejecutó al día siguiente.
La síndica Nelly López habló
enseguida, destacando la importancia de la armonía y la empatía, dijo que en
tiempos de la guerra de Independencia se luchaba con las armas y que actualmente
se hace con la educación y el conocimiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario