En esta fiesta, el jueves 20 de
julio los organizadores incluyeron, además de la misa y otras actividades, un
programa musical, que fue abierto por la Orquesta Sinfónica ECOS Autlán,
dirigida por el profesor Armando Emmanuel Pedraza Guerra. Esta agrupación,
conformada por niños y adolescentes que estudian música en el Núcleo ECOS
Autlán, ofreció un concierto en el que, a la dificultad ordinaria de la
ejecución de un instrumento tuvo que sumar las dificultades de tocar al aire
libre en una verbena popular: gritos, interrupciones constantes de la señora
que tenía el micrófono, porras al Divino Niño, entre otras. La orquesta comenzó su intervención hacia las 19:15 horas, tocando para varios cientos de personas, que se fueron haciendo menos cuando se terminaron de entregar los bolos.
Aún así, la orquesta interpretó
un programa variado, que fue de los clásicos a la música contemporánea, digno
de cualquier gran escenario:
Las mañanitas, de Manuel
M. Ponce
Hornpipe, de la Música
Acuática de Haendel.
Sueño despierto, de Armando
Pedraza.
Finlandia, de Jean Sibelius.
Escenas de ballet, de
Brown.
La cumparsita, de Matos
Rodríguez.
Trepak, de El Cascanueces,
de Tchaikovski.
Viva Autlán, de Clemente
Amaya.
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