Nunca me había sentido timado al salir de una sala de cine.
Hoy fui al Cinerama a ver la película mexicana "Secretos de familia", que fue como ver un episodio de "Mujer, casos de la vida real", pero con más presupuesto. Se trata de la historia de una mujer que en su infancia fue víctima de abuso sexual por parte de un tío, ante la indiferencia de sus padres. El trauma por ese abuso se manifiesta cuando su hija llega a la edad que ella tenía cuando ocurrió, por lo que va cayendo en un bache de alcoholismo y depresión hasta que, lejos de acudir a un psicólogo, "le abre su corazón a dios" mediante la lectura de la biblia y listo: vuelve a ser la misma de antes...
Pero un mal día vuelve a ver a su tío y el rencor renace. Se decide a tomar una pistola y asesinar al susodicho y, cuando ya lo tiene de pechito, de repente se ve iluminada por una luz celestial que la convence de perdonarlo (esto es literal, no estoy cotorreando).
Hoy me sentí timado al salir de la sala de cine.
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