domingo, 19 de octubre de 2025

Una muestra de la cultura cihuatlense en el Museo Regional

Xebalbá Cósmico. Óleo sobre lienzo de Humberto Rozales.

 El miércoles 15 de octubre por la noche se celebró en el Museo y Centro Regional de las Artes de Autlán una ceremonia para inaugurar un par de exposiciones traídas desde el municipio de Cihuatlán, inauguración que se había anunciado para el 10 de octubre pero que no se pudo realizar en esa fecha porque para ese día se esperaba el impacto del huracán Raymond en la costa y, por prevención, no pudieron viajar sus protagonistas. A la ceremonia, en fin, asistieron unas 35 personas, incluyendo a la regidora del Ayuntamiento de Autlán Yéssica Patricia Limón Soltero, a la pintora autlense Armida Maldonado y a la escritora Olga Pelayo, además de la delegación cihuatlense. Comenzó hacia las 20:15 horas.

El jefe del Archivo Histórico de Cihuatlán, Edgar Ernesto García de León, dio un mensaje en el que recordó la exposición fotográfica Ejutla: una vista al pasado, que él mismo presentó en este Museo en agosto de 2013, y cómo decidió que tenía que estudiar la historia de su propio municipio a mayor profundidad. Explicó que para esta ocasión trajeron una muestra de 120 fotografías históricas de Barra de Navidad, producto de cinco años de investigación en archivos públicos y privados.

Enseguida, el pintor Humberto Rozales mencionó que la exposición Quimeras, con la que hoy debuta en este Museo, es un sueño cumplido que se plantearon él y Edgar hace cuatro años. Explicó que la exposición se compone de tres series distintas: una es obra de sus alumnos de pintura y se titula Tierra de Mujeres, en la que retratan el entorno natural y social de Cihuatlán y la presencia en ellos de las mujeres; las otras dos son de su propia obra y tratan, una, sobre las tradiciones y cultura de Chiapas, y la otra es una reflexión sobre la dureza exterior de las personas, que oculta la vulnerabilidad interior, usando al nopal como hilo conductor. Dijo que su obra es realista, en el sentido de que refleja lo que ha experimentado.

Carolina Torres.


Hecho el simbólico corte del listón en el pasillo del Museo, pasamos al salón de usos múltiples donde, antes de recorrer la exposición, presenciamos una presentación de la bailarina Carolina Torres, también de Cihuatlán, en torno a la figura simbólica de la mujer cihuatlense, mediante dos coreografías: una basada en la canción Mi lindo Cihuatlán, de Devendra Banhart, y la otra en la pieza Sacerdotisa, inspirada en las historias del proceso de evangelización que ocurrió en esta región en el siglo XVI.

Un aspecto de Tierra de Mujeres.


La sección de la muestra que se titula Tierra de Mujeres está integrada por 14 cuadros de diversos formatos y autores, todos al óleo sobre tela. Se trata, en su mayoría, de retratos y paisajes de Cihuatlán, en los que las mujeres protagonizan escenas históricas y cotidianas, algunas con elaboraciones conceptuales complejas. Los autores de esta sección son Brissa González, Valeria Cetina, Luis Armando Aguirre, Angélica López, Kassandra Jiménez, Ana G. Tagliapietra, Samuel Calleros, Natalia Paz Alatorre, Diana Jiménez, Lizeth Cruz, Abril González, Carolina Torres, Brisa Amador y Heidy Ángel Sánchez.

La sección dedicada a las tradiciones chiapanecas se integra con seis óleos sobre lienzo, todos de Humberto Rozales, con elaboraciones a partir de retratos de danzantes de las fiestas de parachicos y otros elementos de la identidad de Chiapas, como la presencia del jaguar.

La parte de la exposición propiamente llamada Quimeras se compone de 17 cuadros de Rozales de diversos temas, desde alegorías de la identidad autlense hasta profundas reflexiones sobre la muerte y la consecuente trascendencia de la materia, pasando por un paisaje urbano de Cihuatlán, escenas marinas.

Fragmento de Historia de Barra de Navidad.


La exposición Historia de Barra de Navidad está integrada por 120 fotos históricas recopiladas por el jefe del Archivo Histórico de Cihuatlán de diversas fuentes, desde colecciones particulares hasta sitios de Internet. Entre ellas podemos ver acontecimientos históricos, como la inauguración de la estela de la amistad México-Filipinas, la construcción de diversas obras materiales y escenas de la vida cotidiana, en las que podemos notar el impacto de la actividad humana en el paisaje, generalmente para mal: en las fotos de hace algunas décadas encontramos construcciones pequeñas, habitacionales y de servicios, hechas de palapa y otros materiales de la región, donde ahora hay edificaciones de varios niveles; donde en otro tiempo hubo extensos manglares hoy hay hoteles de lujo y lo que fue la barra de arena que le dio nombre a la población hoy es un malecón. Estos cambios, a decir de los expositores, implicaron modificaciones en el entorno natural, el más notorio de los cuales fue la alteración del flujo del agua entre la bahía y la laguna, que cambió la configuración de la playa. En el testimonio de estos cambios radica parte del valor de esta exposición, a la que hay que dedicar tiempo y más de una visita.

Estas exposiciones estarán disponibles hasta el mes de diciembre.

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