lunes, 20 de octubre de 2025

Una conferencia sobre la Sociedad de la Luna y la historia de las sociedades científicas


 Este domingo 19 de octubre por la mañana, en el salón de juntas del café Mokali el Capítulo Costa Sur de la Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística del Estado de Jalisco celebró su sesión académica del mes, en la que el doctor Rodrigo Ramos Zúñiga expuso un trabajo sobre la historia de las sociedades científicas. La sesión inició a las 9:45 horas con la asistencia de 14 personas.

La conferencia del doctor Rodrigo se tituló La Sociedad de la Luna y el origen de las sociedades científicas y comenzó con algunas consideraciones sobre el origen de la ciencia, que se da cuando es más importante hacer preguntas que tener todas las respuestas y nace desde la infancia, con la curiosidad por la vida. El doctor habló también de la ruptura de paradigmas que ocurre cuando la curiosidad es más fuerte que los dogmas, poniendo como ejemplo a Nicolás Copérnico y su cuestionamiento a la teoría geocéntrica y a Carlos Darwin y la teoría de la evolución.

El ponente mostró los nombres y fechas de fundación de las primeras sociedades científicas en Europa, iniciando con la Royal Society de Londres de 1662, seguida de la de París en 1666 y la de Leibniz en 1700. Explicó que en el siglo XVIII comenzó a reunirse en la localidad inglesa de Birmingham un grupo de amigos, que no eran científicos formales, pero sí con intereses y habilidades en este ámbito, que se conoció como Sociedad de la Luna debido a que se reunían cada mes, en noche de luna llena. Esta costumbre no tenía nada que ver con alguna creencia esotérica sino a que, ante la ausencia en esa época de luz eléctrica, les era más fácil a sus miembros acudir a las reuniones nocturnas habiendo luz de luna. Esta sociedad no tenía demasiadas formalidades ni egos y comenzó en 1765, cuando William Small se presentó con Erasmus Darwin, el abuelo de Carlos, en Birmingham, y comenzaron una relación de amistad a la que luego se integraron otros personajes, como Matthew Boulton. La Sociedad de la Luna llegó a tener, según algunos autores, hasta 14 miembros estables, aunque once fueron los más constantes.

Esta Sociedad era, según el ponente, más un club de ciencias que una asociación científica formal, aunque sus miembros sí escribían y al menos 20% de sus miembros enviaron algún artículo a la revista Transacciones Filosóficas, de la Sociedad Real. La Sociedad de la Luna carecía de algún estatuto o publicación propia, lo más que se sabe de ella viene de la correspondencia entre sus integrantes y de una mención en la autobiografía de Joseph Priestley, uno de ellos.

El doctor Rodrigo mencionó datos de otras sociedades científicas que nacieron en el mundo en esa época, como las que fundó Benjamín Franklin en Filadelfia, en el marco de una “revolución organizacional” y entre las que también se cuenta el Instituto de Geografía y Estadística, antecedente de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística. Estas sociedades tenían una figura menos formal que las academias y tuvieron también elementos ajenos a las ciencias exactas, como las artes y oficios.

En cuanto a la Sociedad de la Luna y para concluir su presentación, el doctor Ramos Zúñiga mencionó algunos aportes al desarrollo de la Humanidad de sus integrantes: los primeros planes de seguro para trabajadores por Boulton, las máquinas de vapor por James Watt, la teoría de la evolución de Erasmus Darwin, la cerámica inglesa de Josiah Wedgwood, el aislamiento del oxígeno que logró Priestley, la popularización del jabón por James Keir y los libros de teoría educativa de Edgeworth, entre otros. Esta Sociedad tuvo su apogeo hacia 1780 y siguió sesionando hasta la década de 1830. Actualmente sigue vigente en Internet, en el sitio lunarsociety.org.mx, donde se reciben inscripciones de posibles miembros de todo el mundo. En palabras del doctor Ramos Zúñiga, la autora de la historia de esta Sociedad, Jenny Uglow, dice que sus integrantes demostraron que los eruditos no tienen que ser aburridos o excéntricos sociales.

La conferencia fue ampliamente comentada por los asistentes, iniciando con esto una sesión informal de intercambio de ideas.

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