Sergio Téllez-Pon y Miguel Ventura, de izquierda a derecha. |
Aunque el libro ya había sido
presentado en este mismo espacio en abril pasado, la presentación de hoy tuvo
el añadido de que los comentarios correrían a cargo de dos de los autores de
los textos compilados: Miguel Ventura y el mismo Sergio Téllez-Pon. También la
ceremonia fue diferente, menos ceremoniosa, si se me permite el término: apenas
recibió el micrófono para comenzar a hablar, Miguel Ventura pidió que los
asistentes nos acercáramos a la mesa del presídium con todo y sillas, para que
la reunión tuviera más de conversación íntima que de sesión académica.
Miguel nos habló de su relación
con Antonio Alatorre, con quien vivió en pareja durante 38 años, hasta su
muerte, ocurrida en 2010. En este largo periodo de tiempo pudo conocer los
temores y debilidades del gran filólogo mexicano, pero también su disciplina
para el trabajo y su aversión a los rituales y caudillos del Olimpo académico
mexicano, junto con otros aspectos de su vida. Pero también pudo observar cómo
la sociedad mexicana y su machismo e hipocresía han impedido hablar con
naturalidad de la homosexualidad de Antonio Alatorre. A esta característica,
que llama irónicamente pudor, dedicó Miguel la parte final de su intervención: recordó
ejemplos de personajes que vivieron siempre su sexualidad en las sombras y de
cómo los gobiernos organizan homenajes faraónicos para ellos, tratando de “compensar
su homofobia”. Pero también recordó aquí los trabajos de investigadores
jóvenes, como Sergio Téllez-Pon y Ernesto Reséndiz Oikión, para visibilizar la
obra de autores LGBTQ.
Para terminar, Miguel Ventura
respondió a la pregunta de por qué hablar de su relación con Antonio Alatorre. Dijo
que, además de es una historia que quiere compartir, este es un momento
importante para hacerlo, cuando la masculinidad está siendo estudiada y
reconstruida gracias a los esfuerzos de organizaciones feministas y homosexuales
desde la década de 1960. Los académicos y otras personas que repudiarán esta
parte de la vida de Alatorre morirán y quedarán las nuevas generaciones, concluyó.
Enseguida, Sergio Téllez-Pon
narró el proceso de compilación y publicación del libro, que inició luego de la
muerte de Alatorre y se pudo concretar apenas en 2022. Esta obra muestra varias
facetas de la vida de don Antonio, desde la de profesor, filólogo e intelectual
hasta la de amigo y pareja, y está dividido en tres secciones: poemas,
testimonios (en las que se puede notar el cambio en la forma de ejercer la profesión
de maestro, “antes y después del profesor que fue Alatorre”), y entrevistas en
las que habla de temas tan diversos como su infancia, su polémica con Octavio Paz
y otros.
Sergio también habló de su propia
experiencia con Alatorre, específicamente como alumno. A él le aprendió algunas
enseñanzas vitales, como ser crítico y no callarse, aunque sus opiniones puedan
ser mal recibidas, pero también a leer directamente a los poetas y menos a
quienes los comentan o estudian.
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