Antonio Rojas. |
Publicado originalmente en Letra Fría.
Son relativamente bien recordadas las acciones de armas y las atrocidades vividas por el vecindario autlense, así como los personajes que las protagonizaron en la guerra de Independencia y en la Revolución Mexicana, gracias al trabajo de nuestros cronistas. Un poco menos nos acordamos de lo que ocurrió en nuestro entorno durante la época del II Imperio Mexicano y la Intervención Francesa. En este espacio voy a mencionar, basado en la obra de don Rubén Villaseñor Bordes y de don Ernesto Medina Lima, algunos de los momentos más importantes vividos por Autlán y sus habitantes durante ese periodo:
* Autlán con el mismo rango que Guadalajara: La llegada del emperador Maximiliano, en lugar de ser un elemento que ayudara al sistema político y social a permanecer sin cambios, trajo la intención de hacer modificaciones y mejoras en ellos, con base en las ideas y descubrimientos nuevos en Europa. Uno de estos cambios fue la reorganización de la división política del país, diseñada sobre la cantidad de recursos naturales, vías de comunicación, población y otros indicadores y no sobre la influencia o los caprichos políticos, como lo era anteriormente y lo sigue siendo. De esta forma Autlán pasó a ser la capital del departamento del mismo nombre y que abarcaba la totalidad de la actual costa de Jalisco y parte de las regiones Sierra de Amula y Sierra Occidental, mientras que Guadalajara quedaba como capital del departamento de Jalisco, cuyo territorio incluía el resto del actual estado más Aguascalientes y parte de los estados vecinos. Así, el 13 de marzo de 1865 se publicó en El Diario del Imperio el decreto que establecía esta nueva división que, por cierto, tendría una efímera existencia.
* Asaltos a la población: Así como Ignacio Sandoval lo hiciera medio siglo antes y Pedro Zamora lo haría medio siglo después, el general Antonio Rojas, defensor de la República, asaltó en diversas ocasiones al pueblo de Autlán, que tuvo que sufrir raptos, violaciones y “préstamos” forzosos, entre otros actos de violencia, como el saqueo de la tienda El Estanco, de don Antonio Borbón, el asesinato de civiles inocentes y la leva. Así ocurrió constantemente entre 1862 y 1866.
* Presencia en Autlán de personajes de la historia nacional: Aquí estuvieron, en diversas circunstancias, personajes como José María Arteaga, gobernador de Jalisco y jefe del Ejército del Centro republicano, a donde llegó huyendo de los franceses el 5 de noviembre de 1864; el general Eulogio Parra, quien entró a Autlán sin encontrar resistencia imperialista el 14 de noviembre de 1866 y el intelectual Ireneo Paz, abuelo del nobel Octavio Paz, como secretario del gobernador juarista de Colima, Julio García.
* La firma del convenio de la hacienda Zacate Grullo: En ese tiempo dentro del municipio de Autlán, la hacienda Zacate Grullo fue el escenario donde los republicanos Antonio Rojas, Julio García, Anacleto Herrera y Cairo, entre otros, redactaron y firmaron un convenio que contenía cláusulas que ponían a la población civil en riesgo de ser pasados por las armas en caso de no auxiliar a los combatientes republicanos, además de establecer que los bienes de los particulares pasaban a ser propiedad de las Brigadas Unidas (nombre dado al grupo que firmaba el convenio) y que las poblaciones donde no se recibiera con abierto regocijo a los firmantes serían incendiadas. Firmado el 13 de diciembre de 1864, este convenio da una idea de la situación de indefensión y vulnerabilidad en que se encontraba la población durante ese y todos los conflictos.
Hasta aquí el recuento, recomiendo mucho leer la bibliografía existente para conocer a detalle este aciago periodo histórico de nuestro terruño.
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