En su domicilio de la colonia Marcelino García Barragán (Azucarera), el pintor autlense (nació en Veracruz pero llegó a Autlán con dos años de edad, por lo que dice sentirse autlense) Everardo Jiménez montó un taller de artes plásticas llamado La Chirimoya. El nombre lo toma de un árbol ubicado justo afuera de su taller.
En este lugar cuatro de sus exalumnos de la Escuela de Artes municipal acuden tres días a la semana a pintar. Lo más llamativo de este taller es que en él se está experimentando con nuevas técnicas y tendencias artísticas, siendo el primer lugar en Autlán donde se trabaja, por ejemplo, la técnica de tinta china al limón y se pintan obras de tendencia vanguardista.
Everardo Jiménez estuvo unos meses en la ciudad de Oaxaca estudiando en el taller Rufino Tamayo, donde aprendió las nuevas formas creativas que trata de transmitir a sus compañeros del taller y convivió con creadores reconocidos, como Francisco Toledo, Per Anderson y Fernando Aceves Humana. Allá aprendió litografía, modelado y grabado, trabajos que pretende comenzar a hacer en Autlán, con la intención de ayudar a que en el pueblo exista una oferta artística más variada y no se estanque en el costumbrismo.
En La Chirimoya ya tienen una producción considerable (dos cuadros de Everardo están participando en el Premio Nacional de Pintura José Atanasio Monroy 2010), que están listos para exponer cuando encuentren un lugar disponible.
Ayer visité este taller y pasé una tarde muy agradable con sus integrantes. Entre la explicación de cómo se hace una litografía, comentarios sobre la vida cultural de la ciudad de Oaxaca, admirar algunos de sus cuadros comentados por los mismos autores, soñar con traer a Francisco Toledo a exponer a Autlán (bueno, en diciembre se inaugura el nuevo museo) y otros temas se fueron tres interesantes y sustanciosas horas.
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