Hoy fue el último día en que debían estar instalados los puestos ambulantes que cada año en los días de Carnaval se ponen en el centro de Autlán. Este año el centro se notó un poco más despejado, debido sobre todo a que los juegos mecánicos ya no se pudieron instalar en el estacionamiento (ahora en ese espacio está la tienda Coppel), pero también a una tímida intención de poner un poco de orden en los puestos, limitada a subir los que antes invadían la calle González Rubio al atrio de la parroquia y a ubicar afuera del portal Morelos a los que antes estaban sobre la calle Corona Araiza.
El atrio de la parroquia.
Sin embargo, el resto sigue exactamente igual: la calle Ernesto Medina Lima, desde la esquina de Venustiano Carranza y siguiendo los portales Hidalgo, Guerrero y Morelos, quedó completamente invadida de comerciantes, por ambos lados, lo mismo que el interior de los portales, la calle peatonal Jesús Gudiño y el ya mencionado atrio de la parroquia. Ahí se podían ver libros usados, paquetes vacacionales, juguetes de madera, todo tipo de comidas, juegos de feria, ropa, artesanías... todos estos negocios ambulantes le significan al Ayuntamiento algún ingreso por los derechos de piso, pero también causan dificultades de vialidad y un pésimo aspecto. ¿No sería mejor rentarles otro espacio, como la Plaza Cívica?
Calle Ernesto Medina Lima. Atrás de los puestos, el portal Hidalgo.
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