Fragmento del último documento en el que se habla de la construcción de la carretera a Purificación. |
Para leer la cuarta parte de este texto, siga este enlace.
Ya en el siguiente año, el 13 de enero de 1933 el secretario general de Gobierno, Carlos Guzmán, solicita a los presidentes municipales un estado general y detallado del estado en que se encuentran los caminos dentro de cada municipio. En un informe redactado a mano, sin firma ni fecha, que obra en el archivo municipal dentro de la caja correspondiente al año de 1933 se puede leer información de cada uno de los caminos del municipio, por lo que puede corresponder al borrador de la respuesta a este oficio. Sobre la carretera a Purificación, dice que consta de 14 kilómetros, no asfaltados pero transitables durante la época de sequía.
Y sí que el camino era transitable, a juzgar por lo que publicó el 31 de enero de 1933 el diario El Informador: una nota fechada el 26 de enero, donde dice que un día antes llegó a Autlán procedente de Purificación el gobernador Sebastián Allende, siendo recibido por una comitiva “de todas las clases sociales” del pueblo en la calle de Corona Araiza, donde le organizaron una animada recepción.
Para el 9 de marzo de 1933 el gobierno del Estado volvía a establecer normas para el funcionamiento de las juntas locales de caminos, tomando en sus manos las iniciativas que los particulares de cada municipio venían desarrollando en cuanto a la construcción de nuevos caminos. Desde luego, la carretera Autlán-Purificación estaba entre ellos.
Las nuevas disposiciones estatales eran prácticamente los mismos acuerdos que estableció el Comité de Mejoras del Suroeste de Jalisco.
El presidente municipal de Autlán, Alfredo Cuéllar, contestó el 1 de abril a esta circular, informando que se encontraban en funciones tres juntas de caminos en el municipio: una, presidida por Flavio Fierro, encargada de la construcción de la carretera a Guadalajara y dos más trabajando en la construcción de los caminos a Chamela y Cihuatlán. Pregunta también si la junta del camino a Guadalajara debe absorber la construcción de caminos vecinales y si las juntas de los otros dos caminos podían seguir conformadas por los mismos integrantes. El día 20 Sebastián Allende respondió que las juntas con carácter particular (las de los caminos a Cihuatlán y Chamela) debían funcionar bajo el control de la junta reconocida por el gobierno (la de la carretera a Guadalajara). Las iniciativas particulares debían, entonces, someterse a la autoridad estatal.
El gobierno del Estado parecía tener interés en la comunicación por tierra entre las distintas regiones o por lo menos en conocer sus recursos. El 28 de junio de 1933 el presidente Alfredo Cuéllar enviaba un oficio al secretario del Comité de Turismo del Estado donde le informaba sobre el estado de los caminos en el municipio, información que previamente le fue solicitada. Sobre el camino a Chamela informa que tiene construidos quince kilómetros y hace una interesante descripción física: “…el primer punto que toca saliendo de este municipio es la hacienda de La Estancia de Amborín, de ahí continúa a Purificación, cruzando antes el río conocido por de la Villa, sigue hacia delante pasando por la comisaría de San Miguel y otros puntos de menor importancia cuyos nombres se desconocen hasta llegar al puerto de Chamela, punto final de esta carretera. Se pasan también varios arroyos y ríos y algunas serranías de poca elevación.”
El siguiente indicio de interés por los caminos se vería hasta marzo de 1934, cuando el secretario general de Gobierno, ahora Ignacio Jacobo, remitía al presidente municipal de Autlán un cuestionario de la secretaría de Gobernación donde se pedía, por enésima vez, que se informara sobre el estado de los caminos del municipio.
El epitafio de este episodio de nuestra microhistoria se escribió el 7 de septiembre de 1934. Ese día el presidente Alfredo Cuéllar remitía a Ignacio Jacobo, secretario general de Gobierno, la información solicitada por la circular no. 13, sobre la situación económica del municipio. En lo relativo a caminos en construcción, informa que el de Purificación, junto con todas las demás a excepción de la carretera a Guadalajara, “…han sido suspendidas en virtud de que el gobierno del Estado en acuerdo con la secretaría de Comunicaciones se ha echado a cuestas la obra.” Específicamente sobre el camino a Purificación, dice que se habían construido aproximadamente 15 kilómetros, que “a la fecha se hallan muy descuidados y con varios derrumbes debido a la falta de atención de las juntas respectivas”.
Aquí se pierde el rastro documental y periodístico sobre esta obra, que se volvería a retomar en varios momentos por los gobiernos municipal y estatal. Aunque, eso sí, nunca con buenos resultados.
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