miércoles, 19 de febrero de 2020

Un diálogo sobre sastrería taurina con César Gutiérrez


La segunda jornada de la Semana Cultural Taurina La Grana, que se está celebrando en la Casa Universitaria Antonio Alatorre, se llevó a cabo la noche de este martes 18 de febrero, comenzando a las 20:15 horas y con una asistencia de alrededor de 50 personas. La velada estuvo dedicada a sostener un diálogo con el sastre de toreros César Gutiérrez, quien ha vestido a figuras como los mexicanos Zotoluco y Joselito Adame y los españoles Pablo Hermoso de Mendoza, Enrique Ponce y otros.
El diálogo se desarrolló como el de la primera jornada, entre el periodista Carlos Efrén Rangel y César Gutiérrez en un primer momento y entre este último y el público al final. Resulta que César Gutiérrez entra al mundo de los toros de manera similar a otros casos que hemos conocido: corriendo la legua en busca de una oportunidad toreando ganado criollo en los pueblos de nuestra región, de los que mencionó a Casimiro Castillo, Ayutla, Tenamaxtlán y Tecolotlán, en la década de 1990. En 2002 comienza a fungir como recortador en Tauromagia, presentándose en varias plazas del país.
Por casualidad se relaciona con el celayense Germinal Ureña, considerado el mejor sastre taurino de México, y hace trabajos para él entre 2006 y 2009, aprendiendo al mismo tiempo los secretos del oficio. En 2009 se independiza y hace un traje para el novillero español Sergio Cerezos; en 2013, ya con más cartel en el mundo taurino, hace su primer trabajo grande confeccionando un terno para Joselito Adame, para una corrida que torearía en Madrid.
A partir de 2016 César Gutiérrez es el encargado de la imagen de la Corrida de la Insurgencia, que se celebra anualmente en San Miguel de Allende, en agosto de ese año hace el vestido para que Joselito Adame se presente en la Corrida Picassiana de Málaga; en 2018 hace otro para Enrique Ponce para la plaza México y en 2019 uno más para Javier Conde, que usaría en la reinauguración de la plaza de Málaga.
Hasta aquí un breve resumen de la carrera de César Gutiérrez, que él mismo narró anoche. Lo que dijo enseguida fue muy didáctico para algunos y entretenido para todos: explicó pieza por pieza los componentes de un vestido de torero y, paso a paso, el proceso para confeccionarlo. Para esto llevó un par de trajes ya terminados, uno malva y oro del español Paco Ureña y otro grana y oro del novillero jalisciense Julián Garibay. Con esto conocimos los requerimientos con que debe cumplir cada traje, uno de los cuales es la comodidad, las diferencias que pueden existir entre ellos, como el tipo de bordado, la calidad de los materiales y los diseños, que pueden ser obra de los sastres o hechos sobre el pedido del torero. Cada traje puede pesar entre 4 y 7 kilos y llevar detrás más de un mes de trabajo, que se hace a mano y, en algunos casos, con materiales importados.
Los trajes de torero, dijo, no son un artículo hecho en serie sino que "cada vestido va pidiendo cosas, le vas poniendo cosas de tu personalidad". Para despedirse, César Gutiérrez nos aconsejó que tengamos en cuenta que una corrida de toros no comienza a la hora que es anunciada en el cartel sino meses antes, cuando comienzan a trabajar en ella las personas que la harán posible. Entre estos se encuentran los sastres de toreros.

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