domingo, 16 de febrero de 2020

Desfile de Entierro del Mal Humor 2020


La actividad que antes marcaba el inicio de las actividades del Carnaval de Autlán, que es el desfile del Entierro del Mal Humor, se desarrolló la tarde de este sábado 15 de febrero por las principales calles de Autlán ante varios miles de personas, autlenses y de municipios vecinos. De otros municipios vinieron también, como veremos enseguida, algunos grupos o representantes a desfilar.
Como cada año, desde varias horas antes de las 18:00 en que estaba anunciado el arranque del desfile ya había personas reunidas en las aceras de las calles de Carlos Santana, Independencia Nacional, Miguel Hidalgo, Venustiano Carranza, General Anaya y Guadalupe Victoria. Hubo quien apartó su lugar desde la mañana, colocando sillas u otros objetos adecuados al efecto. Esta afición y disposición al festejo es la principal prueba de vitalidad del Carnaval, incólume a pesar de las pifias, los cambios y los incidentes que cada año ocurren en su organización.
El desfile de este año sí arrancó puntual, encabezado por las chirimías López Peña y Tigres de Las Montañas acompañados del ensamble polifónico de chirimía integrado por alumnos del Centro Escolar Chapultepec: un grupo de más de veinte niños que están aprendiendo la técnica de ejecución de la chirimía y el tambor, junto con la importancia de esta tradición autlense. Son una esperanza de que en el futuro no tendremos otra vez en riesgo de extinción a la chirimía autlense, como sucedió hace un par de décadas.


Chirimías.

Al alguacil, que llevaba la bandera medio enrollada en el asta, le seguía el contingente de los integrantes del Patronato Organizador del Carnaval y funcionarios del Ayuntamiento, escoltados por la banda de música Tierra de Santana y el pipón con la farola, en la que alternaban caricaturas con críticas a los servicios de salud públicos con una del Güero Colmenares, uno de los personajes populares autlenses de nuestros días.


Enseguida, la parte medular del desfile: los carros alegóricos de canciones de Cri Cri, cuya figura fue el tema de este año. Los carros, elaborados en diversas técnicas por equipos de artesanos encabezados por el artista y forcado queretano Arturo Castro, el autlense Miguel Ángel Pérez Cobián y el artista tonayense Amador Toscano, este último autor de los carros alegóricos carnavaleros desde 2007, estaban dedicados cada uno a una canción de Cri Cri, con representación de sus personajes y de las situaciones que narran las letras de las canciones. Con cada carro iba también un grupo de baile que ejecutaba pasos al ritmo de su respectiva canción, que se reproducía en un equipo de sonido montado en el carro. Desfilaron en el siguiente orden:

El Chorrito.

1.- El Chorrito, con el ballet infantil Autlán.
2.- La Mariposa, con el grupo de bellydance Sahara Ardah. Sobre este carro desfiló también la reina del Carnaval 2020, Jessica Pérez Velázquez.

Negrito Bailarín.

3.- Negrito Bailarín, con el taller de danza Homenaje a Santana, de la Casa de la Cultura de Autlán. Aquí desfiló la princesa del Carnaval 2020, Natalia Guerrero.

Jota de la J.

4.- Jota de la J, con el grupo de baile español y flamenco Sacromonte y una de las manolas.

Escuela Taurina.

Detrás del sexto carro desfiló un contingente de la Escuela Taurina Municipal, encabezado por don Pedro Rosas, el Autlán, su director. Algunos de los alumnos estuvieron haciendo toreo de salón mientras desfilaban.

Jorobita.

5.- Jorobita, con el ballet de La Huerta. Las otras dos manolas desfilaron en este carro.
Antes del sexto carro hubo un nuevo paréntesis ocupado por la Benemérita Sociedad Mutualista de Empleados, Obreros y Artesanos, que este año festejará su centenario. Además de socios de la BSMEOA y otras sociedades mutualistas autlenses el contingente incluía a tres reinas: de la BSMEOA, de la Confederación y de la Mutualista de la Mujer Autlense, en un carro alegórico y sobre los cofres de dos automóviles, respectivamente.

Josefina Hernández.

En esta pausa de carros alegóricos desfiló también, en una elegante calandria, la señora Josefina Hernández, la reina más antigua del DIF Autlán, seguida del mariachi Los Chiquitines, de El Grullo.
6.- El sexto carro alegórico no llevaba un tema de Cri Cri sino del Carnaval de Autlán: sobre estructuras circulares en colores grana y oro, con petates incrustados a los lados, como recuerdo de la antigua plaza de madera y petates, desfilaron la reina de la Cultura Autlense, Katy Michel, y algunas de las reinas de la tercera edad. El carro, que iba escoltado por el mariachi Rosales, estaba coronado por la escultura de un toro en actitud de ataque, obra de Arturo Castro.
7.- Los Caballitos, con la comparsa Espacio Danza Colima. Este carro no llevaba la canción de Cri Cri de ese título sino música tropical.
En un nuevo paréntesis desfiló la comparsa del Centro Escolar Chapultepec bailando La Marcha de las Letras.
8.- La Patita, con el grupo de jazz Gama, de Casimiro Castillo.
9.- La Muñeca Fea, con la Academia de Jazz de Mónica Ballesteros.

Métete Teté.

10.- Métete Teté, con el ballet La Grana de Beatriz Ramírez.
11.- El Ratón Vaquero, con el ballet folclórico de El Grullo.
12.- El Rey de Chocolate, con el ballet folclórico La Resolana, de Casimiro Castillo.

Negrito Sandía.

13.- Negrito Sandía, con el grupo de danza Ritmos Latinos.
Luego de los carros alegóricos desfiló en un vehículo la famosa guitarra labrada en una enorme pieza de madera por el artista autlense Hiram Villaseñor, que fue exhibida en la Alameda el año pasado, durante el Cerveza Artesanal Fest.
Enseguida, un par de representantes de municipios vecinos: uno de Ejutla, con su reina Alejandra Santana y un anuncio del Festival del Mariachi que se celebra en ese municipio, y otro de Tolimán, con una farola e invitaciones al festival de la pitaya y al del mezcal. Ellos llevaban su propia banda musical.

Los raneros.

Cuando ya comenzábamos a creer que este año no desfilarían aparecieron los raneros, primero con un grupo de personajes disfrazados a la manera de los tastoanes del centro del Estado y después con las tradicionales calaveras que llevan precisamente a enterrar al Mal Humor. Solo que esta vez, a diferencia de otros años, no llevaban féretro alguno. Traían, eso sí, su pipón y su farola, con caricaturas donde se ríen de su mote de raneros, de su líder sindical a diez años de haber tomado el cargo y de la psicosis por el coronavirus. No les faltó recordar sus 50 años de vivir en Autlán, cumplidos en septiembre del año pasado.
Luego de los contingentes de trabajadores de la plaza de toros, que amenizaban su marcha con bebidas y con las notas de la banda No Manches, siguió el nutrido grupo de patrocinadores.
Para cerrar el desfile, como ocurre siempre, marchó el grupo de a caballo.
El desfile de este año se vio ensombrecido por un serio accidente: un caballo de los del último contingente se desbocó por la avenida Hidalgo, antes del cruce con Abasolo, y no pudo ser detenido sino hasta más allá de la Presidencia Municipal. A su paso dejó 42 lesionados de diferente gravedad, que fueron atendidos en los hospitales de Autlán y algunos tuvieron que ser trasladados a Guadalajara. Este accidente, con todo y que fue muy grave, pudo haber provocado que esta crónica llevara un crespón fúnebre y que los autlenses lamentáramos una tragedia de muy grandes proporciones; nos encontramos, de todas formas, esperando a que los lesionados recuperen pronto la salud y que las autoridades competentes determinen las causas precisas del accidente y tomen las medidas correspondientes.

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