Fue a las 18:00 horas cuando
comenzó el sencillo acto de inauguración de la sucursal, con la asistencia de
unas 50 personas. Esta librería, que está funcionando desde diciembre pasado, se
encuentra en una de las salas de la Casa Universitaria que dan a la calle,
tiene una puerta de ingreso desde el pasillo principal de la Casa. En esta
puerta se colocaron los personajes que hicieron el corte del listón: el
director de la Escuela Preparatoria Regional de Autlán, José Luis Cárdenas Ramos;
Marco Vinicio Rodríguez Quintero, en representación del presidente municipal de
Autlán; Aristarco Regalado Pinedo, rector del Centro Universitario de los Lagos
(CULagos); Lilia Victoria Oliver Sánchez, rectora del CUCSur; Ricardo Villanueva
Lomelí, rector general de la Universidad de Guadalajara; Verónica Mendoza
Urista, directora de la librería Carlos Fuentes, e Hirineo Martínez Barragán,
secretario académico del CUCSur.
De entre estos personajes,
solamente tres dirigieron mensajes antes del corte del listón. La
doctora Lilia Oliver habló de las gestiones para abrir la librería, siguiendo
el ejemplo del CULagos, y dijo que quería terminar su administración dejando
una librería de calidad en Autlán. Verónica Mendoza, la directora general de la
librería Carlos Fuentes, dio un amplio mensaje en el que afirmó que esta
sucursal busca “brindar un punto de referencia en torno a los libros y a la
cultura para la comunidad académica, estudiantil y principalmente para el
público en general”. Dijo que desde abril habrá una programación de actividades
culturales y académicas diversas, para las que llamó a las instituciones privadas
y oficiales a integrarse para realizar acciones conjuntas. En cuanto a la
sucursal de Autlán, precisó que cuenta con 5 mil libros, distribuidos en 33
metros cuadrados de superficie de exhibición, aunque los lectores de la región
tienen acceso a los 70 mil títulos con que cuenta la librería, sin costo de envío.
La sucursal Autlán de la librería Carlos Fuentes. |
Por último, el rector general calificó
como una iniciativa valiosa al hecho de acercar librerías a municipios que no
son atendidos por librerías comerciales, un modelo que debería ser replicado en
todas las ciudades medias, en las que no tener librerías es “un despropósito”. Dicho
esto, se procedió al consabido corte del listón.
Presentando La grana de Autlán. |
Luego de la ceremonia de
inauguración pasamos al patio central de la Casa, en cuyo pequeño escenario,
que ha sido usado por personajes de la talla de Antonio Alatorre, se llevó a
cabo la presentación del nuevo libro de la doctora Oliver, La grana de
Autlán. Emblema de una ciudad, el tercero que la historiadora dedica a
Autlán. Los anteriores son La antigua Autlán de la Grana, que fue la
publicación como libro de su tesis de licenciatura, y Autlán de la Grana. Población
y mestizaje, publicado en 2015.
En la presentación participaron
la autora, el rector general y el rector de CULagos. Fue Ricardo Villanueva
quien inauguró el acto, celebrando que se inaugurara la librería y se presentara
al mismo tiempo el primer libro en ella. Esta librería, por su magnitud, es la
más importante de Jalisco, dijo, y está en vías de convertirse en la más
importante de Latinoamérica.
El doctor Aristarco Regalado fue
el encargado de comentar el libro, lo que hizo dando tres razones para
adquirirlo: la primera es su autora, una historiadora seria, que está en el
apogeo de su carrera y que es una de las mujeres que más han aportado a la
historia de Autlán; la segunda es que el libro habla de la grana y de Autlán,
siendo este texto el primero en que se dice con fundamentos que Autlán fue un
gran productor de grana. La tercera razón es que en él se incluye la historia
de Juan Bautista de Ubidea y Mena, un vasco que vivió en Autlán en el siglo
XVIII y que poseyó una plantación de nopales en la que producía grana. La
doctora Oliver descubrió un expediente de intestado en el que se describen sus pertenencias
pero también se puede conocer su entorno y su forma de vida.
La autora del libro comenzó su
intervención aclarando que haría una egohistoria: explicó que el origen de este
libro está en su infancia, parte de la cual vivió en el campo militar de Sarabia,
Guanajuato (su padre fue militar), donde escuchó alguna vez hablar a su madre
con nostalgia de Autlán de la Grana. Ahí nació su interés por conocer y
estudiar la grana y el libro presentado es un regalo para su madre y para Autlán.
Entre los datos de interés que
compartió la doctora están el hecho de que fue en documentos de hacia 1780 donde
comenzó a encontrar el nombre de Autlán con el complemento “de la Grana”. Dijo que
le molesta mucho que los historiadores que se han ocupado de la grana no
mencionan a Autlán y que espera que su publicación sea una provocación para que
alguien se anime a volver a producir grana en el municipio.
Por último la doctora mostró las
dos ediciones que se publicaron de su libro, una del CULagos y otra de la
unidad editorial de la Universidad de Guadalajara. En ellas vienen
reproducciones de pinturas de artistas de los siglos XVII y XVIII que se ha
demostrado que fueron realizadas utilizando tinte grana.
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