martes, 20 de mayo de 2025

Fue inaugurado en Apulco el mural En llamas

Una vista general del mural En llamas.

 Dentro del programa del Festival Rulfiano de las Artes 2025, que tiene su sede principal en Sayula, se incluyó una actividad en Apulco, localidades ambas que se disputan ser la cuna del escritor Juan Rulfo. En la calurosa tarde del domingo 18 de mayo fue inaugurado el mural En llamas, de la pintora Brenda Guadalupe Vargas Ramírez, en una pared de la calle Juárez de Apulco, frente al monasterio de los Adoradores Perpetuos que en otro tiempo fue la casa grande de la hacienda propiedad de don Carlos Vizcaíno. A la inauguración asistieron unas 40 personas, la mayoría procedentes de Sayula, aunque no originarias precisamente de ahí: estaban, por ejemplo, los hermanos Juan Carlos y Juan Pablo Rulfo Aparicio y otros participantes en las actividades del Festival Rulfiano, junto con gente de Autlán, Zapotlán, la Ciudad de México, San Gabriel y otros sitios.

A las 16:30 horas la autora del mural dio un mensaje de bienvenida y agradecimiento a los asistentes, para ceder luego el micrófono a la cantautora zapotlense Lorena Galindo, quien además de tener raíces familiares en Apulco cuenta con un repertorio de canciones propias. Ella cantó en esta oportunidad una de sus canciones, inspirada en la obra de Rulfo, luego de lo cual vino el momento principal de la ceremonia, que fue la develación del mural, que algunos de los asistentes llevaron a cabo ayudando a quitar una tela negra con la que la obra fue cubierta previamente.

Brenda Vargas explicando el mural.


Ya develado el mural, Brenda dio una breve explicación de sus elementos: dijo que es un homenaje a la obra de Juan Rulfo y una reflexión sobre los fuegos que arden en nuestro tiempo, como la violencia, la depredación de los recursos naturales o la ambición, que puede llevarnos a destruir lo que más nos importa. El mural, dijo, es un llamado a reflexionar sobre qué estamos quemando para obtener eso que ambicionamos; la pintora espera que se convierta en una fuente de conversaciones importantes. En el mural aparecen, de izquierda a derecha, un retrato de Juan Rulfo sentado sobre una luna creciente, junto a una representación fantasmal de la famosa fotografía Los arrieros, lograda por Rulfo en Apulco. El sol del llano, luminoso y dominante, aparece al centro, llenando de color y calor la obra. A la derecha está el llano cubierto de antorchas encendidas, como en el famoso pasaje posterior a la muerte del padre de Juan Rulfo, don Cheno, en el que su cuerpo es llevado a San Gabriel acompañado por un cortejo de personas que se alumbraban esa noche con hachones de órgano que hacían parecer que el llano estaba en llamas. En esta sección aparecen también dos figuras fantasmales dando la espalda al espectador y en actitud de caminar, que representan a los dos personajes, Tanis y Librado, en el momento de dejar atrás a Feliciano Ruelas en el cuento La noche que lo dejaron solo. La obra concluye con la representación de la quema de un bosque en el que posteriormente habrá una plantación de aguacate.

Dentro de la casa.

Lorena Galindo.


Luego de unos minutos que los asistentes aprovechamos para observar el mural y tomar algunas fotos mientras escuchábamos nuevas interpretaciones de Lorena Galindo, los organizadores ofrecieron bocadillos y bebidas al interior de la casa en cuya barda se pintó la obra y que también pertenece al monasterio. En las piezas de esta casa estaban expuestos algunos cuadros de las pintoras Brenda Vargas y Esteher Sandoval, ambas de Apulco.

Juan Rulfo y su obra siguen siendo un elemento distintivo de la identidad de los pueblos de esta región, cuyos ambientes y carácter quedaron plasmados en la obra de este escritor cimero de las letras hispánicas.

No hay comentarios: