Miguel Aldaco. |
Esta noche en el jardín de Las Montañas, cuyo nombre oficial es jardín José Atanasio Monroy, tuvo lugar la cuarta noche de tertulia organizada por el Museo Regional, CulturAutlán, Pulso Regional y Adrián Jiménez Amaya. La tertulia, que se desarrolló alrededor del tema de la Semana Santa, comenzó a las 20:20 hrs. y reunió a unas 40 personas a un costado de la antigua pila de piedra.
Y todo comenzó con música: el primer uso del micrófono lo hizo el cantante autlense Miguel Aldaco, interpretando la pieza Panis Angelicus, con el acompañamiento de una pista grabada. Su actuación continuaría, alternando con el resto de las partes de esta tertulia, con Nella fantasia, Ser como tú y Ven y sígueme, estas últimas de corte vocacional.
Después de la primera pieza interpretada por Miguel Aldaco, el personal de la Casa de las Artes dio una plática sobre sus actividades regulares y su proyecto de exposición en Ahuacapán, así como de la venta de un cuadro del templo de Santa Catarina, de aquella población, para recabar fondos que se aplicarían a obras sociales. El Grupo de Expresión Visual que tiene su sede en esta casa expuso durante la tertulia 23 piezas de arte plástico: fotografías, pinturas y piezas de intervención en objetos utilitarios.
Exposición del Grupo de Expresión Visual. |
Enseguida el sacerdote José Cruz López, de la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, habló sobre el origen y significado de la Semana Santa en la cultura judía. Interpretó esta festividad como un rito de muerte y vida y describió los rituales de sangre y renovación que le dieron origen como una fusión de distintas tradiciones y memorias israelitas, convirtiéndose en una fiesta de concordia, protección y convivencia familiar. Por último explicó el significado de algunos de los elementos de esta fiesta, como las hierbas amargas, la cena judía y el vino.
José Cruz López. |
Por último, este bloguero leyó cinco de las estaciones del Romancero de la Vía Dolorosa, de Fr´Asinello: sobre la condena a muerte de Jesús, su encuentro con María, su segunda caída, su última humillación y su sepultura. Al término de cada lectura se abría un espacio para recibir comentarios del público.
Lectura del Romancero de la Vía Dolorosa. |
Los asistentes pudimos disfrutar, además, de un buen café y del placer de convivir en uno de los lugares más tradicionales de Autlán, sitio del primer asentamiento español.
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