El profesor Francisco Espinosa Sánchez al frente del Orfeón Proa durante la gira por la ciudad de México. |
El 27 de septiembre de 1988, mediante acuerdo del Poder Ejecutivo, el gobierno de Jalisco le otorgó al profesor Francisco Espinosa Sánchez el Premio Jalisco en la rama de la música. Aunque el profesor es de Guadalajara y allá transcurrió gran parte de su carrera, los autlenses tenemos sobrados motivos para recordarlo y aún para estar agradecidos con él.
Llegó en el año de 1948 a Autlán a hacerse cargo de la presidencia municipal, después de un conflicto electoral en el que, según don Gabriel Lima Velásquez en su libro El tigre nunca pierde sus manchas, el Partido Acción Nacional había obtenido el triunfo en las urnas, mismo que fue escamoteado por la maquinaria electoral priísta. Ante los reclamos de los panistas y en lo que sería un antecedente de las famosas concertacesiones, se le “concedió” al PAN la presidencia del municipio de El Grullo y Autlán pasó a ser gobernado por un Consejo Municipal, encabezado por Espinosa Sánchez.
Como sea que hubiera sido su llegada al pueblo, ésta resultó benéfica para la actividad cultural, especialmente en el arte de la música: el 17 de marzo de 1949, según una crónica del profesor Ignacio Cárdenas Ochoa, Francisco Espinosa convocó a una reunión a algunos de los autlenses más activos, con la finalidad de conformar un grupo que impulsara la organización de actividades culturales. Ese mismo día quedó conformado el Grupo Cultural Proa.
Este grupo tuvo una vida activa de cuatro años, hasta 1953, cuando el profesor Espinosa regresó a Guadalajara. Desde sus inicios se convirtió en un revulsivo para la cultura del pueblo, trayendo a Autlán a literatos, pintores y músicos que dejaron aquí algo de su arte o de sus conocimientos. Y para muestra un botón: el 12 de octubre de 1949 actuó aquí la Orquesta Sinfónica de Guadalajara, traída por gestiones del grupo Proa.
Sin embargo, la actividad principal del grupo fue la conformación del Orfeón Proa, un grupo coral formado por autlenses de todas las clases sociales (“señoritas de la mejor sociedad en franca camaradería artística con jóvenes obreros, con artesanos, con empleados y profesionistas” según palabras de Ignacio Cárdenas) dirigidos por el mismo Francisco Espinosa, quienes aprendieron con él los fundamentos de la música y pusieron en alto el nombre de la cultura de Autlán en diversos escenarios de Jalisco y la ciudad de México, donde realizaron una gira en el año de 1952 con presentaciones en sitios como el palacio de Bellas Artes, la residencia de Los Pinos y el Conservatorio Nacional, entre otros.
La dirección del orfeón y las gestiones necesarias para la actividad del grupo cultural fueron realizadas por el profesor Francisco Espinosa sin cobrar un centavo, en sus ratos libres después de su trabajo como presidente municipal, situación que no se ha repetido. Los integrantes del orfeón que sobreviven lo recuerdan como un maestro estricto pero afable y generoso al compartir su conocimiento.
Además de esto, según una publicación del maestro Manuel López Morales del año 2004, Francisco Espinosa Sánchez participó, junto con Jaime Gómez Vázquez y Rodolfo Pérez Gómez en la composición de una letra para la marcha Viva Autlán, cuya música es obra de Clemente Amaya.
A pesar de su trascendente y desinteresada labor, la memoria del profesor Francisco Espinosa Sánchez se va perdiendo entre los autlenses. No debemos permitirlo.
4 comentarios:
Estaría genial que corrigieran el apellido ya ques Espinosa y no Espinoza, el fue mi Abuelo y me gustaría ver su nombre siempre en alto
Tiene razón, ya lo corregimos, gracias.
Excelente crónica histórica.
Don Francisco fue la persona que me introdujo a la música clásica fue una admirable Persona
Publicar un comentario