Así luce una tarde de junio, después de la lluvia, en las inmediaciones del nuevo puente del Coajinque. Como las aguas calmaron un poco el calor y las crecientes del arroyo todavía no llegan, el espacio debajo de donde se construye el puente es usado por los niños del barrio para jugar, mientras los adultos salimos a ver los avances en la construcción, como pretexto para disfrutar del clima y el panorama.
En la foto aparece la esquina de las calles Paseo del Coajinque y Octavio Paz en primer plano y, al fondo, el cerro Colorado cubierto de nubes.
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