domingo, 24 de agosto de 2025

Con un homenaje a Pepe Sosa comenzó el IX Festival Áurea Corona

Porfirio Preciado, antes de iniciar su recital.

 A las 19:15 horas del viernes 22 de agosto y con una asistencia de más de 120 personas, en el salón de usos múltiples del Museo y Centro Regional de las Artes de Autlán fueron inaugurados los trabajos de la novena edición del Festival Áurea Corona, el principal evento de promoción de la música en la región. Como se anunció al terminar la octava edición del festival, en la de este año se rinde un homenaje al cantante y compositor autlense Pepe Sosa. Entre los asistentes a la jornada inaugural estuvieron las regidoras del Ayuntamiento de Autlán Myriam Luján Espinosa (con la representación del presidente municipal), Sarahí Viridiana Rodríguez Córdova y Antonia Pinzón Chávez; el obispo de Autlán, Eduardo Muñoz Ochoa; el expresidente municipal de Autlán, Fernando Morán Guzmán, y el doctor Nabor de Niz Domínguez, ciudadano distinguido de nuestra comunidad.

Al iniciar el protocolo inaugural Agustín Godoy Pelayo, presidente del patronato del Museo y quien encabeza la organización del festival, dio un mensaje de bienvenida en el que celebró que esta edición esté dedicada a Pepe Sosa, un artista autlense que en vida logró el reconocimiento por sus composiciones musicales. Luego de presentar a los seis pianistas que esa noche se encontraban en la sala y que se presentarían en distintos momentos del programa (Ramón y José María Godoy Núñez, Jorge Luis Godínez Castellanos, Jorge Isaac Martínez Corona, Mauricio Allera Malo y Porfirio Preciado Villaseñor), algunos de los cuales han crecido con el festival, expresó que uno de los principales objetivos de esta fiesta es que la juventud autlense tenga contacto con artistas consolidados que les transmitan sus experiencias y conocimientos y ejercite la música.

Enseguida, la señora Duryenka Peralta Araiza, viuda de Pepe Sosa, dirigió otro mensaje, al que tituló Éxitos de un soñador, en el que recordó cuando Pepe Sosa soñaba, en su adolescencia, con que sus canciones (que ya comenzaba a componer) sonaran en la radio y cómo con el tiempo sus obras fueron grabadas por grupos musicales famosos, que las llevaron a sonar por muchos países. Contó, para terminar, la anécdota que le narró su esposo, de la ocasión en que le tocó escuchar una de sus canciones en el transporte público de Nueva York, reproducida en una estación de radio.

Luego de este mensaje fue exhibido en la pantalla que los organizadores dispusieron para este efecto un video en el que Juan José Meza, un amigo cercano de Pepe Sosa, canta una adaptación a la canción De rodillas te pido, con una letra convertida en un halago al autor autlense. Laura Hernández Muñoz, de la corresponsalía Guadalajara del Seminario de Cultura Mexicana, dirigió otro mensaje al público, sobre la importancia de la promoción del arte, especialmente entre los jóvenes, en el contexto de la cultura de paz.

Develación del retrato de Pepe Sosa.


El protocolo continuaría con un mensaje de agradecimiento de la regidora Myriam Luján, quien haría la declaratoria inaugural del Festival a las 19:37 horas. Enseguida vendría la develación de un retrato al óleo de Pepe Sosa, obra de la pintora Armida Briceida Maldonado Rubio, que permanecerá exhibido en este salón durante todo el festival, junto al retrato de Áurea Corona creado por la misma autora.

El recital de inauguración de la novena edición del Festival Áurea Corona estuvo a cargo del pianista Porfirio Preciado Villaseñor, originario de Guadalajara pero con raíces familiares en Autlán y El Grullo y quien cuenta entre sus maestros a Mario Oliverio Zamora, a Marco Antonio Verdín, a Sergio Hernández y a Manuel de la Flor Andrade, con quien estudia actualmente. Él explicó que el programa que interpretaría está inspirado en la amistad entre Federico Chopin y Franz Liszt, que pasó por momentos tormentosos, por lo que se incluyen piezas de ambos autores y un nocturno de Chopin transcrito por Liszt. El programa de este concierto fue el siguiente:

Porfirio Preciado al piano.


De Chopin:

Nocturno Op. 9 No. 1

Mazurka Op. 7 No. 3

Mazurka Op. 17 No. 4

Mazurka Op. 30 No. 2

Estudio Op. 10 No. 12, “Revolucionario”

Preludio Op. 28 No. 8

Polonesa Op. 53, “Heroica”

De Liszt:

Consolación No. 3

Nocturno (transcripción de una obra de Chopin)

Estudio Op. 3, “Campanella”

Serenata (transcripción de una obra de Schubert)

Rapsodia húngara No. 6.

 

La sala lució completamente llena para este recital, con una concurrencia muy heterogénea en cuanto a edades y procedencias: había varios músicos pero también artistas de otras disciplinas, estudiantes, académicos, políticos e integrantes de grupos culturales, pero también personas que solo estaban interesadas en escuchar buena música. La notable interpretación de Porfirio Preciado mantuvo la atención del público durante toda la velada, siendo premiado al concluir con una prolongada ovación de pie.

Gil Sosa leyendo sus versos.


Fuera de programa y al concluir el recital, pudimos presenciar una manifestación más de homenaje a Pepe Sosa, esta vez de su hermano Gil: pidió permiso para leer unos versos que compuso para esta ocasión, donde hace un recuerdo entrañable de su convivencia fraterna y un elogio del éxito artístico que alcanzó en vida. Este homenaje se completaría con una interpretación, del mismo Gil, de música de batucada con instrumentos que él mismo llevó y que tocó en los pasillos del Museo, mientras los asistentes convivían acompañados de una bebida que ofrecieron los organizadores.

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