domingo, 4 de diciembre de 2016

Rockautlán Vol. 2

Anoche en el Pinches Bar (Hidalgo #32) se llevó a cabo el esperado festival Rockautlán Vol. 2, un festival en el que participan bandas de diversos géneros "alternativos" y cuya primera edición, o Vol. 1, tuvo lugar en este mismo espacio en julio pasado. El festival comenzó alrededor de las 20:15 hrs., después de sortear los inconvenientes ocasionados por la lluvia que cayó sobre Autlán toda la tarde del sábado (el Pinches Bar está ubicado en una casona antigua y el escenario está en lo que fue el patio central de la casa, por lo que carece de techo); y tuvo una asistencia de poco más de 50 personas.
Además del horario, la lluvia afectó el programa que estaba anunciado: para ajustar el tiempo y terminar a la hora que establecía el permiso de la autoridad, se tuvo que cancelar la participación de las bandas Diablo Gallo y Calkutta Bitch. Fueron entonces los locales Los OlviZarros los encargados de abrir la velada, ya un par de horas después de lo que marcaba el cartel.

Los OlviZarros.
Los OlviZarros, grupo de punk autlense que recientemente debutó en el festival Nocheztli, tocó para un público todavía escaso y entumido, que premió sus interpretaciones apenas con tímidos aplausos. Ofrecieron un set de poco más de veinte minutos de duración, con canciones como Hecatombe, Grilletes, Dejad que los niños vengan a mí, Chinguen a su madre, Chica punk, Huele a puerco y Uta vale, todas compuestas por los integrantes del grupo.

Tensión.
Como segundo número se presentó la banda tapatía de hardcore Tensión, vieja conocida del público autlense. Con la alineación típica de guitarra, bajo, batería y voz, Tensión siguió con la tendencia de las letras con carga política y de crítica social, con títulos como Aquí no hay ley, Hasta el final o México. Fue la primera y una de las dos únicas bandas a las que la gente les pidió tocar una pieza más después de despedirse (la otra fue la estelar Nuestros Santos), lo que habla de la aceptación que tuvieron. Sin embargo, en ninguno de los dos casos se pudo complacer la petición, debido al recorte en el tiempo.

Perfylic.
La banda autlense de grunge Perfylic subió al escenario enseguida, ya como una de las bandas principales de la noche. Ellos tuvieron que bregar contra constantes fallas en el equipo de sonido, que ocasionaraon que su ejecución no se apreciara correctamente, especialmente las voces. Aún así, ofrecieron una presentación llena de energía y ganas de agradar al personal, que culminó con una versión extendida de la canción Subliminal, de más de nueve minutos de duración.

Ferrara.
Las últimas tres bandas en presentarse fueron originarias de Guadalajara: la primera de ellas fue Ferrara, acaso la propuesta más novedosa de la noche para la afición autlense. Con dos guitarras, bajo, batería y voz, se sobrepusieron a las fallas técnicas que los aquejaron al inicio de su participación para ofrecer una propuesta de rock melódico con guiños hacia el pop, aunque salpicado en algunos pasajes con riffs duros de guitarra y con la aplicación de efectos en este instrumento y en la voz. Ya sea con baladas o con rock de tempo mucho más acelerado, sus letras aluden a cuestiones emocionales (Lágrimas de despedida) y a describir situaciones cotidianas (Asalto), lo mismo que a criticar los defectos de nuestro sistema social (Ataque auditivo). Lo que tocaron anoche fueron piezas de sus discos Ataque auditivo y Alerta, publicados como disco doble en 2015. Ferrara llegó a Autlán con una experiencia de un par de años, aunque ya con giras por México, Estados Unidos y Centroamérica.

Ye Man.
Ya sobre la recta final de la noche el cantante tapatío de reggae Ye Man tuvo una breve pero sustanciosa participación, con la que puso a corear y a bailar a parte del público. Con el apoyo de pistas musicales y letras sobre el amor y la necesidad de tomar actitudes más positivas (Necesitamos love, Mi chica del reggae, Guerrero aguanta, Un millón de cosas buenas) Ye Man tuvo un buen debut en los escenarios autlenses.

Nuestros Santos.
La banda estelar del segundo Rockautlán fue la también tapatía Nuestros Santos, ya conocida y gustada por el público local, que les pidió piezas de su disco Mariajuana. Con un subgénero de rock muy cercano a lo que toca Molotov, tocaron ante un púbico ya mucho más animado y que además los esperaba para pasar un buen rato con ellos (no faltó quien subiera también al escenario a compartir los micrófonos). Con canciones de títulos como Señorita, Huevos culero (que dedicaron a Donald Trump) o Panochita, llegaron a las 00:30 hrs. de este domingo para terminar con el programa de la noche, ya con un par de elementos policíacos en la puerta del bar exigiendo el término de la música.

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