Esta tarde la Orquesta Sinfónica y el Coro de la Secretaría de la Defensa Nacional culminaron su breve serie de conciertos en Autlán con una gala de música tradicional mexicana en la plaza de toros Alberto Balderas, que fue presenciada por unas 2,000 personas. El concierto estaba anunciado para las 18:00 hrs. pero, debido a la idea de meter una presentación de los ballets folclóricos Hilos de Plata, del DIF, y Aotlitlán, de la Casa de la Cultura el recital no comenzó sino hasta las 19:10 hrs.
Los dos grupos de danza ejecutaron bailes de los estados de Chiapas, Nayarit, Tamaulipas y Jalisco en un tablado improvisado con mamparas de madera en el ruedo de la plaza. Los números dancísticos fueron bien realizados y muy aplaudidos por el público, pero creo que no había razón para incluirlos dentro de lo que se había anunciado como un concierto de orquesta y coro. Esta improvisación costó, además, que el evento se alargara por casi tres horas.
Cuando por fin comenzó la participación de la Orquesta y el Coro, lo hicieron nada menos que con la marcha Viva Autlán, igual que en el concierto de ayer, con la consabida y natural reacción emotiva del público. El resto del programa fue bastante variado, con música de casi todas las regiones culturales de la República. El repertorio completo fue el siguiente:
- Obertura mexicana, de Carlos Cobos
- Amorcito corazón, de Manuel Esperón, cantada por el solista Héctor Rivera
- Canción mixteca, de José López Alavez
- A la orilla del mar, de Manuel Esperón, cantada por Carlos Flores
- A Tabasco, de Pepe de Rivero
- Veracruz, de Agustín Lara, cantada por Martha Ramírez, quien arrancó aplausos espontáneos del público
- Popurrí michoacano, con piezas como Caminos de Michoacán y Juan Colorado
- De Torreón a Lerdo, de Pioquinto González
- Dime que sí, de Alfonso Esparza Oteo, cantada por Amanda León y Felipe García
- Danzón Naxhielly, de O. Acevedo
- Cielito lindo, de Quirino Mendoza
- Júrame, de María Grever, cantada por Patricia Robles
- Danzón #2, de Arturo Márquez
- Popurrí Jalisco, con piezas como Guadalajara, Cocula y Ay, Jalisco no te rajes
- Huapango, de José Pablo Moncayo
Al terminar el concierto, ya sobre las 21:00 hrs., el público hizo regresar a los músicos a tocar otra pieza, que no podía ser otra que Viva Autlán que, a pesar de ya haberla escuchado un rato antes, fue recibida con el mismo entusiasmo por la gente, que incluso la cantó junto con el coro gracias a que los organizadores repartieron volantes con la letra (poco conocida) de la marcha.
Después de la entrega de reconocimientos a los directores de la Orquesta y del Coro, capitán primero músico Rubén Darío Estrada Corona y teniente músico Héctor Francisco Silva Rivas, respectivamente, el público solicitó todavía otra pieza, petición que fue complacida con el popurrí de Santana que también tocaron ayer en la Plaza Cívica. A pesar de la hora y del buen rato de permanencia en la plaza, la mayoría del público se quedó a despedir a los músicos con un prolongado aplauso.
Tanto en el concierto de ayer como en el de esta tarde fue notorio el exagerado despliegue de seguridad dentro del lugar del concierto y afuera del recinto, con varios vehículos militares y soldados equipados con armas de alto poder. Este detalle, que se entiende por el contexto de violencia que se vive en el país, no deja de parecerme incómodo.
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