Concurso de altares de muerto

Altar de Evaristo Gómez.

Como parte de los festejos de Día de Muertos que organiza el Ayuntamiento de Autlán, esta noche se realizó el concurso de altares de muerto al que había convocado hace unas semanas el área de Promoción Turística. Así, el jardín Constitución se llenó del olor a cempasúchil y a incienso y del colorido del papel picado, de la luz de las veladoras y de la creatividad con que los participantes compusieron sus altares.

En total concursaron diez altares de muerto, que estuvieron repartidos en el lado sur del jardín. Entre ellos hubo mucha variedad, tanto entre los personajes a los que fueron dedicados como entre los elementos y la disposición en que cada concursante los acomodó. Hubo altares dedicados a personajes históricos, como Emiliano Zapata o Juan Pablo II, a artistas como Amalia Hernández o el músico Noé Rosales, a maestros o familiares de los concursantes. Se vieron también altares sumamente tradicionalistas junto a otros que incluyeron elementos novedosos, como figuras de papel maché o de aserrín pintado. Esta es la lista de personajes y de concursantes:

* Dedicado a Evaristo Gómez, hecho por el staff del programa de YouTube La Cortina.

* A Juan Pablo II, por el Instituto Autlense.

* A Victoria Rodríguez, por el Centro Escolar Chapultepec.

* A Alicia Cervantes y Luis Mancilla, por Guillermo Mancilla y Fátima Sánchez.

* A Noé Rosales Pelayo, por la familia Rosales.

* A Emiliano Zapata.

* A Elia Álvarez Camacho, por la Sociedad Mutualista de Señoras y Señoritas.

* A Agustín Frías Ríos, por el Colegio Tepeyac.

* A Amalia Hernández, por el ballet La Grana.

* A Hugo César Robles Delgadillo, por la Escuela Secundaria Técnica #7.

El jurado de este concurso, compuesto por el funcionario del Ayuntamiento Alfredo Sandoval Cevallos, la regidora Ana María Ibarra y la artesana Emma Bobadilla decretó un empate en el primer lugar entre los altares dedicados a Juan Pablo II y a Victoria Rodríguez, entre los que se repartió el premio de tres mil pesos.

Altar a Juan Pablo II.


Altar a Victoria Rodríguez.

Mientras el jurado deliberaba y los altares seguían expuestos al público, en el foro de la calle Ernesto Medina Lima se desarrolló un programa artístico por parte de alumnos del Instituto Autlense y de la Universidad Pedagógica Nacional.

Poco después de las 20:00 hrs. un grupo de alumnos del Instituto, dirigidos por el maestro Orlando Ramírez, presentaron un número de danza presentado como "altar viviente" donde, con música prehispánica, varios grupos de bailarines representaron los siete niveles de un altar de muertos y elementos como el cempasúchil, las calaveras y los colores del papel picado.

Altar viviente.

Para terminar, el grupo de teatro de la UPN presentó su reconocida obra Un día con la muerte, dirigida por el profesor Fernando Cisneros Gómez. Dentro del género de teatro de revista, esta obra se compone de una serie de sketches que tratan de representar la relación entre los mexicanos y la muerte, casi siempre de una forma cómica. Así, hay un borracho que platica con la muerte en la mesa de una cantina, una pareja de calacas que invitan a una "fiesta" en la que, al final, todos van (vamos) a participar o dos catrinas que reflexionan y hacen chistes sobre el día de muertos.

Me parece esta una obra bien escrita, por no hablar de lo novedosa y fresca que resulta dentro del poco teatro que se hace en la región, por lo que también creo que ya es tiempo de profesionalizar este grupo de teatro para mejorar su calidad actoral y su equipo técnico.

Un día con la muerte.

La UPN también colaboró con la ambientación del jardín Constitución mediante la colocación de esqueletos de papel maché representando a personajes como una bailarina, una novia y la famosa catrina.
El evento tuvo una afluencia muy buena, tanto de participantes en el concurso de altares de muerto como de espectadores. Aunque en Autlán los altares de muerto nunca han sido una tradición, a partir de que el CUCSur comenzó a difundir sus características y significados y a festejar su Semana de la Muerte en los años 90 esta práctica se ha ido arraigando en el pueblo, al grado de que ya se ven altares de muerto en algunas casas particulares.