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Voces del Sur de Jalisco. De izq. a der.: Olga Pelayo, Satriani Durán, Omar Gómez y Fernanda Sánchez. |
El festival comenzó el viernes 18
de julio, con la inauguración a las 17:20 horas por la regidora del Ayuntamiento
de Autlán, Yéssica Patricia Limón Soltero en el Museo y Centro Regional de las
Artes. A esa hora había en el salón de usos múltiples de ese recinto unas 20
personas, número que fue mejorando al paso de las horas.
Inmediatamente después de la inauguración,
comenzó la mesa de lectura Voces del Sur de Jalisco, en la que cuatro poetas de
la región y de Guadalajara leyeron en voz alta algunos de sus textos, de temas
y estilos diametralmente opuestos:
María Fernanda Sánchez García, de
El Grullo, abrió la mesa con tres poemas: Una barbarie disfrazada, en la
que protesta contra la tauromaquia con el argumento de que sus aficionados
disfrutan causando dolor a los toros; Autoritarismo con poder electoral,
una carta a México en la que llama al país a despertar de su postración, y El
duelo del valle, dedicado a los pueblos de la región.
Fernanda cerró su participación con la opinión de que la poesía “no es solo
para adornar, también para despertar”.
César Omar Gómez del Castillo, de
Autlán, utilizó un poema breve como introducción o presentación, para luego
leer Decepstudiante de arte, dedicado a sus compañeros de la
licenciatura en Artes del Centro Universitario de la Costa Sur, para cerrar con
Entre maizales, una celebración del maíz criollo que no fue solo leído
sino cantado, con el acompañamiento de una vihuela y de unos cascabeles atados
a uno de sus tobillos, con los que el autor marcaba el ritmo, elemento
fundamental de la poesía.
Satriani Durán, quien vino desde la
ex Perla de Occidente (David, “el Negro”, Guerrero dixit), leyó tres de
los poemas que se incluyen en su libro Guadalajara (ciudad de mierda), cuyo
título describe muy bien de lo que van los textos que lo integran: Es mi
culpa por nacer, Día de lavandería y Cuando la guerra nuclear inicie.
Tres textos que reflejan con violenta crudeza la desazón e insatisfacción de
vivir atrapado en la rueda sin fin de una gran ciudad.
Olga Lidia Pelayo Corona, también
de Autlán, comenzó leyendo un poema en el que da su definición de la poesía,
actividad que la ha ayudado a seguir adelante luego de la muerte de su hijo. Sobre
esta pérdida que sufrió hace algunos años y que fue el punto de partida para su
obra literaria, leyó Amor celestial, en el que habla a su hijo; El
silencio de mi vida, sobre el momento en que se enteró del fallecimiento de
su hijo; No digas, sobre las frases hechas que suelen decirse a quien
vive un duelo, y El día que me vaya, sobre cómo le gustaría que la recuerden
después de su muerte.
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De la librería Bonsai. |
Al terminar la mesa de lectura,
el cronista de Autlán, Guillermo Tovar Vázquez, expuso su trabajo La poesía
de Ramón Rubín, un análisis de los únicos seis poemas que se conocen de Ramón
Rubín y que aparecieron en el libro Fábulas y versos, publicado en 1991
por la Universidad de Guadalajara. El cronista comenzó su presentación recordando
que Rubín es reconocido como un gran prosista, autor de novela, cuento y ensayo,
pero no de poesía. En las solapas de la monografía El Valle de Autlán,
donde el autor hace una semblanza de su propia vida, afirma que en su juventud
escribió un par de romances “que permanecen justamente olvidados”. Sin embargo,
del análisis de sus seis poemas concluye que se trataba de un autor que conocía
las formas y el lenguaje poético y que, tomando en cuenta que convivió con
poetas en grupos culturales y en revistas de Mazatlán, de Guadalajara y de
Autlán y que en la mencionada monografía dedica un apartado a los poetas autlenses,
no era en absoluto ajeno a esta forma de expresión literaria.
Enseguida, Carlos Efrén Rangel
García presentó Sur Juana: entre memes y Tiktoks, una exposición sobre
los recursos que utiliza en sus clases de Español en escuelas secundarias para
interesar a sus alumnos en la poesía, a partir del lenguaje codificado mediante
imágenes que es común en las redes sociales. Mencionó que la vida y la obra de
sor Juana dan elementos para reflexionar en el aula, como ejemplo de esto puso
a las dificultades que enfrentaban las mujeres o los jóvenes en el siglo XVII y
las que enfrentan en la actualidad, las diferencias entre la sociedad
novohispana y la del México del siglo XXI. A partir de la decodificación de
poemas barrocos, cuyo lenguaje sería poco atractivo y difícil de entender para
un adolescente de nuestra época, mediante el tamizaje de los memes, es posible
entablar estas reflexiones y hacer que el mensaje de los “influencers del
conocimiento” de los siglos de oro lleguen a las generaciones actuales.
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Daniel Michel al piano. |
Durante toda la tarde, en el
salón de usos múltiples estuvieron instalados dos puestos de venta de libros,
ambos con oferta complementaria: uno era de la librería Bonsai, especializada
en libros usados y que traía títulos sobre historia, investigaciones literarias,
novelas, filosofía, entre otros temas, la mayoría de autores jaliscienses; el
otro era de la sucursal Autlán de la librería Carlos Fuentes, que llevó libros
de poesía de todo tipo de autores, desde Jorge Esquinca hasta Joaquín Sabina,
pasando por Rosario Castellanos, Jaime Sabines y una variedad grande de autores
y estilos.
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