sábado, 26 de abril de 2025

Un conversatorio entre cronistas de la región en el Festival Regional del Agave de Tonaya

De izq. a der.: José María Michel, Guillermo Tovar, José Luis Ortiz, Rafael Cisneros, Gabriel Michel, Arturo Valdez y Alfredo Meza.

 Dentro del programa de la edición 11 del Festival Regional de Agave de Tonaya, el viernes 25 de abril se realizó en la Casa de la Cultura Mónico Soto Grajeda de ese municipio un conversatorio entre cronistas de municipios de la región, con el título general “Conociendo nuestra raíz”. El conversatorio, que tuvo lugar en la galería principal de la Casa, justo donde se encuentra la galería de personajes ilustres del municipio, inició a las 13:17 horas y tuvo una asistencia de unas 20 personas, entre vecinos de Tonaya, visitantes de otros municipios y funcionarios municipales. Es de destacar la presencia de la embajadora del Festival, Leilani Gálvez, y del presidente municipal, Rafael Cisneros Díaz, quien estuvo presente durante todo el tiempo que duró el conversatorio.

Los participantes en este conversatorio fueron, en orden de intervención, Guillermo Tovar Vázquez, cronista municipal de Autlán; Alfredo Meza Ramos, director del Museo Juan Rulfo, de Tuxcacuesco; Gabriel de la Asunción Michel Padilla, cronista municipal de El Limón; José María Michel Padilla, empresario destilador de El Limón; Arturo Valdez, escritor, editor y artista plástico originario de Guadalajara, y José Luis Ortiz García, investigador tonayense. Como moderadora fungió la abogada Veiruth Gama Soria.

El primer turno fue para el cronista autlense, quien expuso el trabajo “Elementos de identidad regional en la obra de José Trinidad Lepe Preciado”. Explicó que eligió este tema para cumplir con lo que solicitó el director de Cultura de Tonaya, Jesús Rosales Vega, cuando lo invitó a participar en el conversatorio, que era algún tema que hermanara a los municipios del llano y sus alrededores, pero también para rendir un homenaje al escritor Trinidad Lepe, de quien el día 24 de abril se cumplieron 23 años de su fallecimiento. Luego de algunos datos biográficos de Lepe, el ponente expuso algunos pasajes de su obra en los que se retratan elementos del paisaje, de las costumbres y tradiciones y de las formas de hablar de la gente de la región que tiene como centro al llano rulfiano y que se extiende desde Autlán hasta Zapotlán. En estos pasajes, y en la obra en general de Trinidad Lepe, se pueden encontrar estos elementos que retratan la forma de estar en el mundo de la gente de esta región, por lo que el cronista llamó a valorar y divulgar sus textos y, en el caso particular de Tonaya, a incluir a este escritor en su galería de personajes ilustres.

Enseguida, el director del Museo Juan Rulfo relató su hallazgo, completamente fortuito, de unas cajas con papeles antiguos abandonadas en una oficina municipal, que resultaron contener tesoros documentales invaluables. En su exposición mostró algunos de ellos: una petición de mejora de los caminos alrededor de Tuxcacuesco de 1667, propaganda electoral de Benito Juárez, una copia del tratado de Guadalupe Hidalgo, entre otros. También pidió ayuda para convencer a los habitantes de Tuxcacuesco de visitar su Museo y sobre qué hacer con esos documentos.

El cronista de El Limón presentó parte del trabajo titulado Tras las huellas históricas de Tonaya, un trabajo extenso del que solo pudo exponer lo que cupo en los diez minutos que cada ponente tenía para su intervención. Don Gabriel empleó este tiempo en exponer seis datos históricos de Tonaya: la mención de este pueblo que aparece en la suma de visitas de 1543, la que hace Lorenzo Lebrón de Quiñones en su visita de 1550, la descripción de Tonaya, incluyendo el significado de su nombre, en el informe del alcalde Agüero de Zapotitlán del 4 de septiembre de 1579; el acta del anuncio que se hizo en el pueblo de Tonaya el 15 de enero de 1668 de la petición de una merced de tierras, la descripción de los pueblos del llano hecha en 1743 por Antonio de Herrera y el censo de habitantes de 1649, del que mencionó los nombres de algunos habitantes de Tonaya.

El señor José María Michel, quien se dedica a la destilación de licor de agave, expuso de manera sencilla, entendible para quienes no estamos familiarizados, el proceso de destilación, que se realiza en cuatro etapas: primero hay que contar con piñas de agave de seis a siete años de maduración, con buena cantidad de inulina, con ellas se procede al cocimiento, tarea que transforma la inulina en fructosa y para la que existen equipos muy variados, desde los más elementales hasta los que utilizan las fábricas que producen grandes volúmenes y que cuentan con tecnología de punta. En todos los casos, se debe cuidar la temperatura y la presión a la que se realiza el cocimiento, para asegurar un producto de buena calidad. Luego viene la fermentación, que consiste en moler las piñas cocidas y mezclarlas con agua y levaduras y que no debe durar más de 72 horas en lugares de clima cálido, como Tonaya, para transformar el azúcar en alcohol; el proceso final es la destilación, en la que se separan los alcoholes bebibles de los que no son aptos para consumo humano. En este proceso, explicó el destilador, es importante eliminar “las cabezas”, es decir, el primer líquido que sale de la destilación y que no es otra cosa que metanol, un alcohol venenoso para los humanos. En opinión de don José María, el cuidado de este proceso es más importante que el volumen de producción o la publicidad que se le pueda aplicar a un producto.

Enseguida, el escritor tapatío Arturo Valdez leyó un texto preparado para esta ocasión, con el título Tonaya en ´¿No oyes ladrar los perros?´”, que inicia con una reflexión sobre el paisaje en la literatura y continúa con un análisis de los elementos de la obra de Juan Rulfo con los que se describe el paisaje de esta región: polvo, soledad, tierras semidesérticas, intensidad del sol; así como del cuento de Rulfo que se menciona en el título de su ponencia. Dijo que el del sur de Jalisco es un paisaje con identidad propia y que esta región se pinta sola y se muestra a todo el mundo.

José Luis Ortiz cerró el conversatorio con una exposición sobre la destilación de licor de agave en la región durante la época prehispánica. Afirmó que esta región fue más importante que la de Tequila y Amatitán en los ámbitos político y económico que aquí se destilaba mezcal 200 años antes que en esos lugares y comentó algunas formas de destilación del agave antes de la llegada de los españoles, que se hacía en ciertas ollas de barro en las orillas del conocido como río Grande, tributario del Armería.

Los organizadores, de manos del presidente municipal y de la embajadora del Festival, entregaron a los ponentes un reconocimiento y un regalo, consistente en una botella de algunas de las marcas de mezcal que se producen en Tonaya.

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