lunes, 21 de abril de 2025

Con teatro, música y poesía concluyó la Judea Ahuacapán 2025


 Este sábado 19 de abril concluyeron las actividades de la Judea 2025 en Ahuacapán, con teatro, música y algunos rituales católicos de los Días Santos. Todo esto tuvo como escenario el templo de santa Catarina y la explanada frente a ella, espacios que lucen remozados desde hace unos 15 años, luego de que durante mucho tiempo tuvieron un triste aspecto ruinoso.

A las 19:30 horas se dio la tercera llamada para la primera de estas actividades, que fue la representación de una adaptación para teatro del Romancero de la vía dolorosa, la serie de poemas con los que el sacerdote poeta jalisciense Benjamín Sánchez Espinoza, Fr´Asinello, narra la pasión y muerte de Jesús. Esta representación estuvo a cargo del grupo Esparta Teatro, de Guadalajara y la puesta en escena fue de Fariano Producciones, la adaptación fue de José Luis Moreno Aguayo y la dirección de Paulo Abundis; en ella participan más de 40 actores, entre quienes se encuentra la autlense Rosy Pérez.

Prendimiento de Jesús.


La obra inicia con una representación del lavatorio de pies y de la Última Cena, seguidos del prendimiento de Jesús y la representación de la traición de Judas y su suicidio. Jesús es llevado, entre insultos y vituperios del pueblo judío, ante Herodes y Pilatos, quienes no se atreven a condenarlo. Para esto, los actores utilizan como escenario toda la explanada frente al templo, a cuyo fondo se colocaron gradas metálicas para el público y, en los costados, se instalaron sillas. Así, entre los asistentes, los actores llevaron a cabo su representación del juicio y el traslado de Jesús ante las distintas autoridades, con un vestuario acorde a la época y una escenografía mínima, que se reduce a un tablado montado en el costado norte de la explanada, justo frente al templo, sobre el que se colocaban, según lo pedía el desarrollo de la obra, algunos muebles sencillos para ambientar el salón de Herodes, la crucifixión o la resurrección: un sillón, una mesa, las cruces y otros elementos sencillos. Al fondo y los costados del escenario se montaron unas piernas con un terminado tan bien logrado que sirven como complemento a la escenografía, además de su función primordial. Es notable el buen trabajo de los actores, no solo en la interpretación de cada personaje sino en enfrentarse, exitosamente, a las dificultades propias del teatro al aire libre.

Al concluir el juicio de Jesús, se da paso a las catorce escenas que corresponden a las estaciones en que Fr´Asinello divide su Romancero. La condena de Jesús, el Viacrucis con diversas escenas, la muerte y resurrección son narradas por el poeta con una fuerte carga de misticismo y con una pluma profunda pero rítmica, bien llevada a la escena por el grupo Esparta. En cada una de estas escenas, uno de los actores toma el protagonismo para recitar el poema correspondiente, con el concurso de sus compañeros complementando el momento. Cuando la obra inició, todavía contábamos con luz del sol, pero en el momento culminante, a partir de la tercera caída, la luz natural fue sustituida por la iluminación que el grupo preparó, basada en una serie de seguidores instalados al centro de la explanada y que iluminaban el escenario y sus alrededores. La iluminación del campanario del templo del siglo XVIII y su robusta y recia fachada formaban un complemento inmejorable para las escenas de la muerte de Jesús y las que la siguieron, con mucho las más patéticas y de mayor significado: María hablándole a Jesús luego de ser bajado de la cruz y la colocación en el sepulcro.


La crucifixión.

Al terminar la obra y luego de que los actores cosecharan los merecidos aplausos del público, el grupo se despidió con mensajes de agradecimiento a Ahuacapán de su director, así como de la regidora de Turismo del Ayuntamiento de Autlán, Yéssica Patricia Limón Soltero, del director de Turismo, Ernesto Alonso Rodríguez Hernández, y del sacerdote Hugo Serrano.

El fuego nuevo.


Luego de la obra, vino la ceremonia de bendición del fuego nuevo, que se realizó en la calle al costado del templo, a partir de una hoguera que se encendió en ella. Los fieles pasaron enseguida al interior del templo a oír la misa de la vigilia pascual, quienes no cupieron dentro de la capilla pudieron seguir la celebración en la explanada, gracias a un par de pantallas que los organizadores instalaron en ella. El concurso de personas descendió un poco en este momento, algunos pasaron a cenar al frontero restaurante La Catrina o a los puestos instalados en el costado sur de la explanada, aunque no se notó la disminución de asistentes, que se mantuvo en varios cientos.

Banda Autlán.


Al terminar la misa, en el escenario que antes utilizaron los actores la Banda Autlán ofreció un concierto, con un repertorio variado que pasó del pasodoble al danzón y a otros géneros, sin faltar la marcha Viva Autlán, divisa de la identidad autlense y firma de esta agrupación musical. En estos momentos, el ambiente ya era festivo, había quedado atrás el impacto de la poesía del padre Benjamín Sánchez y de la interpretación de los actores, que arrancó incluso algunas lágrimas a no pocos espectadores. Ahora, esos mismos asistentes usaban como pista de baile el espacio donde antes Jesús había sufrido las tres caídas y donde Pedro se culpaba de la condena de su maestro.

Pirotecnia.


Cuando terminó el concierto de la sesquicentenaria banda, en la fachada del templo se desarrolló un espectáculo de pirotecnia acompañado de música, que inició con una figura de Jesús colocada a un costado del campanario y que continuó con una serie de cohetes bomba, luminosos y estridentes, que iluminaron la noche de Ahuacapán por alrededor de un minuto y medio y que, seguramente, fueron un espectáculo también para quienes tuvieron la suerte de voltear hacia la sierra de Manantlán desde Autlán, quienes pudieron haber visto desde allá la explosión de luz y color.

Judas, antes de la quema.


Ya cerca de las 23:30 horas, los organizadores procedieron a la quema del Judas, un mono con forma de diablo que fue colgado sobre la misma calle en que se encendió la hoguera del Fuego Nuevo, a unos metros hacia el sur. Esta figura fue una obra de pirotecnia de buen nivel, tenía varias figuras móviles y, a falta de buscapiés, unos cuetes cuya explosión acabó con el sueño que empezaba a desarrollarse en algunos. No hubo, como era costumbre en Autlán en otros tiempos, la lectura de un testamento o una dedicatoria, tácita o expresa, de la figura del Judas a algún personaje público.

Con las cenizas del Judas, que todavía durante unos minutos estuvieron en ascuas, concluyó la Judea de Ahuacapán 2025, una actividad que se desarrolla desde 2010 y es uno de los atractivos turísticos autlenses que van ganando reconocimiento.

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