Un concurso de globos de papel de china en las Fiestas Patrias

Inflando el globo de Los Chavorrucos.

Pareciera que el sol estaba esperando a que terminara el desfile del 16 de septiembre para salir de detrás de las espesas nubes con que amaneció cubierto el cielo de Autlán. Una vez que terminó el espectáculo de juegos pirotécnicos con que se rubricó el desfile, ya sobre las 9:00 horas, los rayos solares comenzaron a caer a plomo sobre el valle, como queriendo recuperar las horas que habían perdido.

El solazo no impidió que se quedaran en la explanada de la Presidencia Municipal un par de cientos de personas, que esperaban a presenciar el concurso de globos de papel de china al que convocó la Junta Patriótica y que estaba anunciado para desarrollarse al término del desfile. La permanencia de estas personas y la llegada de otras a lo largo de las más de dos horas que duró el concurso, además de la cantidad de competidores y la calidad y variedad de sus propuestas, son una prueba de la vitalidad de esta artesanía tradicional en Autlán.

La convocatoria establecía el requisito de que el globo que se presentara a concurso debía estar hecho de, al menos, 16 pliegos. Sin embargo, todos los globos rebasaron ampliamente esta cantidad, algunos de ellos tenían más de cien pliegos de papel. La mayoría de los globos estaban construidos con la figura más tradicional, aunque hubo sus excepciones: vimos una especie de cohete, un corazón y el que se llevó las palmas: el globo ganador, presentado por el equipo Los Chavorrucos, procedente de Lagunillas, incluía unas extensiones en su circunferencia que le permitían, ya en el aire, aprovechar la fuerza de los vientos para elevarse y girar al mismo tiempo, dándole estabilidad a su vuelo y un efecto visual muy aplaudido por el público.

Otras innovaciones que vimos en el concurso tuvieron que ver más con cuestiones técnicas relativas al inflado de los globos. Hubo equipos que usaron, a manera de isopo, dos rollos de papel higiénico unidos con alambre; otro hizo la boca de su globo con un aro de madera unido al papel de china con cinchos de plástico. En los casos que lo requirieron, se contó con la ayuda de una grúa de alumbrado público para sostener en alto al globo mientras se inflaba.

La peculiar boca del globo de la familia Rayas.

En total, se inscribieron 17 concursantes, de los que nueve cumplieron con la condición, también establecida en la convocatoria, de elevar su globo y que éste permaneciera al menos cinco minutos en los aires. De ellos, el jurado calificador eligió como ganadores a los siguientes:

Primer lugar: equipo Los Chavorrucos, de Lagunillas.

Segundo lugar: equipo Los Amigos.

Tercer lugar: equipo de la familia Rayas.

A manera de exhibición, fuera de concurso, fue elevado también un globo de la Caja Popular Cristóbal Colón, cargado con una caja de regalos que explotó en el aire y debía dejar caer su contenido entre el público, aunque la mayor parte cayó en la azotea de la Presidencia Municipal debido a la prematura destrucción del globo cuando apenas comenzaba a elevarse. De cualquier forma, habrá quien encuentre los premios y les dé un buen uso.