martes, 27 de agosto de 2024

Entre recuerdos y un atisbo al futuro transcurrió la sexta jornada del VIII Festival Áurea Corona

Al terminar el concierto a dos pianos.

 El sábado 24 de agosto el Museo y Centro Regional de las Artes acogió las actividades del VIII Festival Áurea Corona, en su penúltima jornada. Por la mañana hubo clases magistrales impartidas por los profesores Konstantin Ziumbilov y Porfirio Preciado Villaseñor, quienes compartieron su experiencia y conocimiento sobre música de cámara y sus instrumentos principales, que son el violín y el piano, respectivamente.

Luz María Ochoa Adame.


Por la tarde tuvieron lugar cuatro actividades seguidas, diferentes entre sí. La primera comenzó a las 18:15 horas, a las afueras de la sala de músicos de la región, que desde mayo de 2023 lleva el nombre de Manuel Morán Godoy. Ahí se celebró una sencilla ceremonia que sirvió para solemnizar la develación de una placa con el retrato e información del guitarrista autlense Rafael Adame Gómez, uno de los grandes ausentes en este espacio desde la apertura del Museo. En esta ceremonia el cronista de Autlán, Guillermo Tovar Vázquez, dio un mensaje en el que afirmó que la integración de Rafael Adame a esta sala es un acto de elemental justicia, tardía pero necesaria, al tratarse de uno de los músicos autlenses más destacados, formando parte de la vanguardia musical con la experimentación de composiciones en fracciones de tono. Recordó también que no solo tuvo grandes logros a nivel nacional, como la composición de un concierto para guitarra y orquesta, sino que también fue parte de la escena musical autlense: antes de marchar a la Ciudad de México para estudiar música, participaba en las serenatas y conciertos que se daban aquí, tocando la mandolina o la guitarra y, cuando ya era un músico importante, llegó a venir a Autlán a ofrecer conciertos en el teatro Mutualista.

La placa de Rafael Adame.


La señora Luz María Ochoa Adame, sobrina y ahijada de Rafael Adame, a quien ella considera un padre, explicó que don Rafael no era huraño, como se afirma en algunos medios, sino que tenía un carácter afable, pero estaba dedicado por completo a su arte. Dijo que ella conserva pocas partituras de sus composiciones, las que quedaron luego del saqueo de que ha sido objeto su archivo, al que se le han extraído documentos mientras estuvo en el Conservatorio Nacional de Música y en otros lugares. La señora Luz María recordó historias de su familia, la muerte de don Rafael y el recuerdo que siempre tuvo de Autlán.

Dicho esto, la señora Luz María pasó al interior de la sala, acompañada de Agustín Godoy, presidente del patronato del Museo, y la regidora María del Carmen Mata Madrigal, para quitar el velo que cubría a la placa del gran guitarrista. Desde ese momento, los visitantes al Museo podrán conocer un poco de la vida de este olvidado personaje autlense.

Panel de integrantes del ballet La Grana.


A las 18:45 horas, ya en el salón de usos múltiples, comenzó la segunda actividad de la tarde, que fue un panel con integrantes y ex integrantes del ballet La Grana, moderado por Fray Pedro Gómez Rodríguez, quien bailó en este grupo en dos etapas, por la década de 1990. El panel estuvo dedicado a compartir recuerdos e historias del ballet La Grana en distintas épocas de sus 55 años de vida, así como de la personalidad y forma de dirigir el ballet de la señora Beatriz Ramírez, la homenajeada en esta edición del festival.

En el panel participaron, además del moderador, Diego Enrique Cárdenas Gaspar, quien es parte del ballet desde 2017; Francisco Simón Arias, desde 2007; Roberto Tello Martínez, integrante desde 1979; Ivonne Zepeda, quien ingresó al ballet durante la pandemia y permanece en él; Diana Laura García, con 18 años en el grupo; Margarita Guerrero y Herrera, Miriam López, bailarina entre 2002 y 2020; Ana Victoria Godoy Pérez, quien ingresó a los cuatro años de edad al ballet, hace 20; María del Carmen Mata Madrigal, integrante entre 1987 y 1994; y Elba Mardueño, quien ingresó en 1969, formando parte de la primera generación del ballet La Grana.

Como podemos ver, hay quienes tienen poco tiempo bailando en La Grana y quienes puede considerarse que han dejado su vida ahí. Sin embargo, todos compartieron muchos recuerdos y experiencias, derivados de las presentaciones en diversos escenarios y las giras a lugares lejanos, como Inglaterra o Italia, pero también, y no menos significativos, los que se produjeron en la interacción de todos los días: los ensayos, los viajes, la resolución de problemas sobre la marcha para que el público se limite a presenciar un espectáculo y no tenga que darse cuenta de que ese problema se presentó.

Sobre la señora Beatriz Ramírez, fue unánime el buen recuerdo: una dama en toda la extensión de la palabra, que “sabía escuchar a la gente” y tenía la disposición de aceptar a nuevos bailarines aunque no pudieran costearse su vestuario y equipo, capaz de resolver dificultades tanto con un vestido como con el vehículo que llevaba al grupo a alguna presentación. Eso sí, con mano firme para cuidar de sus bailarines cuando salían de gira, haciéndose cargo de su seguridad.

Alexa Cisneros al chelo.


Ya sobre las 19:45 horas, vino el atisbo al futuro a que se refiere el título de esta entrada. Fue el concierto de violonchelo que dio la alumna del Núcleo ECOS Autlán Alexa Yorley Cisneros Avelar, acompañada al piano por el profesor Jorge Luis Godínez Castellanos. El concierto fue breve, consistente en el primer movimiento de la Sonata en Do Mayor Op. 40, No. 1, de Jean Baptiste Bréval, pero sirvió para demostrar el buen avance que tiene en la ejecución de este instrumento la joven intérprete. Ella forma parte de la Orquesta Sinfónica ECOS Autlán y su maestro de violonchelo es el mismo director de la orquesta, Armando Emmanuel Pedraza Guerra.

Jorge Luis Godínez Castellanos y Porfirio Preciado Villaseñor.


Para concluir la velada escuchamos un muy buen concierto de piano, a cargo de los profesores Jorge Luis Godínez Castellanos y Porfirio Preciado Villaseñor. Preciado Villaseñor, de sangre autlense y grullense, comenzó tocando tres estudios de Chopin. Luego vendría la culminación de la noche, con un concierto a dos pianos en el que ambos ejecutantes interpretaron los tres movimientos (Allegro maestoso, Andante y Allegro vivace assai) del Concierto para piano n.º 21 en do mayor, K. 467, de Wolfgang Amadeus Mozart. Una interpretación premiada con una ovación de pie por el público que llenó el salón esta noche.

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