domingo, 18 de agosto de 2024

Celebró Lagos de Moreno el XX Congreso Internacional de Temas Jaliscienses, con representación autlense


 El Archivo Histórico de Lagos de Moreno, en colaboración con el Centro Universitario de los Lagos y El Colegio de Jalisco, organizó este fin de semana la vigésima edición del Coloquio Internacional de Temas Jaliscienses Mario Gómez Mata, en el que investigadores de diversas instituciones expusieron trabajos de literatura e historia de Jalisco, entre ellos uno sobre la comunidad indígena de Chiquihuitlán, en Autlán de Navarro. Las actividades del Coloquio se desarrollaron entre el 16 y el 17 de agosto, en el aula magna Carlos Helguera Soiné de la Casa de la Cultura de Lagos de Moreno.

El viernes 16, antes del inicio del Coloquio fue inaugurada, en los pasillos de la Casa de la Cultura, una exposición sobre el sabio Agustín Rivera, por el bicentenario de su nacimiento, integrada por fotografías acompañadas por textos explicativos y algunos libros que pertenecieron o fueron dedicados a alguien por este personaje. Luego de la inauguración hubo un recorrido por la exposición, bajo la guía del doctor Carlos González Azuela, quien iba explicando cada elemento de la muestra.

Un libro dedicado por Agustín Rivera a Luis Përez Verdía.


Hecho esto, pasamos todos al aula magna, donde se llevó a cabo una breve ceremonia de inauguración presidida por María de Lourdes Wario Padilla, jefa de gabinete del gobierno de Lagos de Moreno, con la representación del presidente municipal, Tecutli Gómez; José Israel Gómez Alonzo, jefe del Archivo Histórico de ese municipio; y Jorge Hernández Contreras, representante de la rectora del Centro Universitario de los Lagos. En este acto, Israel Gómez dio un mensaje en el que recordó al comité organizador del primer coloquio, en el año 2004, entre quienes se encontraban Mario Gómez Mata, Sergio López Mena y otras personas; también mencionó a las distintas instituciones que se han sumado a este esfuerzo, del que el Archivo Histórico de Lagos fue punta de lanza. Afirmó que esta vigésima edición es importante por la dificultad de lograr que un evento de este tipo se mantenga durante tanto tiempo.

Enseguida, Jorge Hernández Contreras reflexionó sobre lo que ha aportado el Coloquio en la discusión académica y la difusión de la cultura jalisciense, así como en el intercambio de conocimientos y el establecimiento de redes de colaboración. Por último, la representante del presidente municipal declaró inaugurados los trabajos del Coloquio a las 9:55 horas, momento en el que había en el aula unas 50 personas.

El Coloquio consistió en nueve mesas en las que se presentaron diecinueve trabajos. En la número 4, que inició poco después de las 13:30 horas del viernes 16, el cronista municipal de Autlán, Guillermo Tovar Vázquez, expuso el trabajo La comunidad indígena de Chiquihuitlán, último reducto prehispánico de Autlán, en el que hizo una descripción física del territorio de esa comunidad ubicada al extremo oeste del valle de Autlán, la forma en que están configurados sus asentamientos humanos y sus principales actividades económicas actuales, además del proceso de cambio de uso de suelo en las áreas colindantes con la ciudad de Autlán y con la nueva carretera a Purificación. A pesar de este cambio, en Chiquihuitlán se han observado buenas condiciones de conservación de la cuenca del arroyo El Coajinque y de las partes altas de su territorio, del cual se dedican mil hectáreas al Fondo Patrimonial de Biodiversidad.

El ponente ofreció también datos históricos: la presencia de vestigios arqueológicos de diversos tipos, documentos en que se menciona a Chiquihuitlán desde el siglo XVI y cómo los chiquihuitlecos lograron el reconocimiento como comunidad indígena de la Secretaría de la Reforma Agraria en 1974. En la exposición se explicó también el proceso en que la comunidad de Chiquihuitlán perdió algunas de sus tradiciones, como danzas de conquista y la representación de pastorelas, adoptó otras, como fiestas taurinas y una fiesta patronal de María Auxiliadora y, por último, cómo sus habitantes están intentando recuperar su identidad indígena mediante su participación en el Foro Regional Nahua de Jalisco, del que forman parte desde 2023. En este sentido, el cronista mencionó que apenas el 14 de agosto pasado, dos días antes de la exposición, Chiquihuitlán recibió el reconocimiento como comunidad indígena nahua por el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas, lo que consideró un paso adelante en la recuperación de su identidad.

La mesa 4. De izq. a der.: León Felipe Morales, Israel Gómez y Guillermo Tovar. Foto de Rodrigo López Sevilla.


Antes del cronista de Autlán, en la misma mesa, con la que concluyó el primer turno de actividades del Coloquio, León Felipe Morales Priego, del Instituto Nacional de Antropología e Historia, había expuesto su trabajo El desarraigo de los pueblos originarios de los Altos de Jalisco: un análisis desde la arqueología antropológica e histórica del proceso de conquista y colonización hispano, en el que habló de los orígenes de una suerte de desprecio de la población criolla de los Altos hacia lo indígena, que ubicó en cuatro momentos: la conquista y colonización, desde 1530; la Guerra del Mixtón, entre 1541 y 1542; la Guerra Chichimeca, entre 1550 y 1567; y la guerra a sangre y fuego, entre 1566 y 1585. Estos acontecimientos habrían contribuido a crear una relación de tensión y desconfianza de los españoles y criollos hacia los indígenas, de la que pueden encontrarse rasgos todavía en la actualidad.

Enseguida describimos, brevemente, la composición de las demás mesas y el contenido de las ponencias de cada una de ellas:

Mesa 1. Literatura del siglo XX.

Carla Yadira Ochoa Montaño, maestrante de la Universidad de Guanajuato, expuso Anatomía de una crisis. La noche oscura de Alfredo R. Placencia, en el que aborda la relación de este poeta jalisciense, al que describe como “romántico en los temas y modernista en la forma”, y al místico san Juan de la Cruz, quien describe en su obra el proceso espiritual que inicia con la conciencia de la mortalidad que cobra una persona y sigue con la purificación, la iluminación, la “noche oscura” y la comunión con Dios. La ponente propone que en la obra de Placencia se puede identificar este proceso, lo que ejemplificó con el poema Ciego Dios.

Miguel Ángel Casillas Báez, de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, presentó Tepatitlán, por sus letras. Un ensayo de etnoliteratura, en el que relaciona y analiza a los escritores que han dedicado su obra, o parte de ella, a Tepatitlán. Además de leer citas de algunos de ellos, como la Carta sin sobre de José Cornejo Franco, el ponente menciona los nombres de estos escritores y títulos de sus obras, con comentarios de la vida y la personalidad de la mayoría de ellos. Entre los escritores mencionados está el doctor José María Casillas Aguirre, originario de Capilla de Guadalupe que hizo vida en Autlán, al grado de ser considerado un benefactor de este municipio.

Luis Rodríguez Jáuregui, del Seminario de Cultura Mexicana, expuso Enrique González Martínez: médico y poeta. Dos libros autobiográficos: El hombre del buho y La apacible locura, en el que ofrece una semblanza biográfica de este poeta tapatío y analiza las referencias autobiográficas que dejó en los libros que se mencionan en el título de la ponencia.

 

Mesa 2. Literatura del siglo XX.

César Antonio Camacho Gámez, de El Colegio de Jalisco, presentó el trabajo Azuela y el giro afectivo: la dimensión político-histórica de “Nueva burguesía”, donde hace un análisis de esta novela poco conocida del escritor laguense, a la que considera diferente, por estar ubicada en el centro del país. La novela está ambientada en la pugna electoral entre Almazán y Ávila Camacho en 1940, con la vida de una familia avecindada en Nonoalco, DF como eje. El ponente compara las expresiones de los personajes de la novela al respecto del ambiente político con la arena política actual en las redes sociales, equiparando a esas expresiones con las reacciones de Facebook. Considera a esta novela un tratamiento vigente del proceso electoral, en el sentido de la discusión pública, y a Azuela un autor aún presente.

 

Mesa 3. Historia del siglo XVI.

El arqueólogo Éric Orlando Cach Avendaño, de la Universidad de Guadalajara, expuso Una nueva fecha para la contextualización histórica de los sitios prehispánicos de Lagos de Moreno y los Altos de Jalisco. Inició mostrando la ubicación de zonas arqueológicas en Lagos, donde existen asentamientos humanos fechados entre los siglos VI y X, varios siglos antes de lo que hasta hace poco se daba por hecho, y mostró además detalles de un individuo sepultado en una tumba múltiple del sitio de San José de los Ranchos, cuya tumba incluye piezas de arte de alta calidad, una muestra del desarrollo de ese grupo. La exposición contextualiza estos datos con lo que ocurría en otros sitios de Mesoamérica, como la caída de Teotihuacán, y afirma que muchos sitios en el norte mesoamericano, como los de Lagos, colapsaron por motivos como cambio climático o problemas de organización social. Por último, afirmó que el patrimonio arqueológico de Lagos está en constante riesgo por actividad agrícola, extractiva y por obras públicas y de construcción.

Carlos Gómez Mata, de la Universidad Autónoma de Zacatecas, expuso el trabajo Una necesaria rectificación sobre la identidad etnocultural del núcleo de la Cañada de Ricos: su origen no es tlaxcalteca, sino de ascendencia otomí. Pasado y presente, en el que ofrece datos que demuestran que la comunidad de Cañada de Ricos, en Lagos de Moreno, habrían sido de ascendencia otomí, llegados para pelear al lado de los españoles en la Guerra Chichimeca. Estos datos fueron obtenidos de documentos virreinales que mencionan al clan otomí De Luna y Tapia y su presencia en la Cañada desde su fundación, del que existen todavía descendientes.

 

Una vista del aula durante el Coloquio.

Mesa 5. Historia, siglos XVI-XVIII.

Lizzie Yedid Madrigal Gaytán, de la Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística del Estado de Jalisco, presentó Patrimonio cultural intangible de El Arenal: el quiote, en el que hace una descripción física de los agaves y del quiote, que es la flor de estas plantas, así como de los usos que tiene esta flor y la importancia que tiene para el patrimonio cultural de Jalisco. El quiote, dijo, es la expresión, literal y metafórica, de la importancia del maguey, al que Humboldt describió como la planta más útil que hay en estas tierras. La ponente terminó su presentación con una reflexión sobre el boom turístico que significó la declaratoria de la UNESCO del paisaje agavero como patrimonio cultural, que se contrapone con una debatible salvaguarda del patrimonio intangible de esa región.

Édgar Daniel Yáñez Jiménez, de El Colegio de Jalisco, expuso La visita pastoral del obispo fray Antonio Alcalde a la villa de Santa María de los Lagos, 1776, que incluyó una breve biografía de este personaje y algunos datos de la visita que hizo a la parroquia de Lagos, con datos obtenidos del Archivo Parroquial de Lagos y otros repositorios. Compartió algunos datos estadísticos que demuestran la importancia de la parroquia de Lagos en esa época, que aparece entre las más importantes del obispado en cantidad de feligreses y número de personas confirmadas. Por último, el ponente leyó parte de la crónica de la visita mencionada.

Thomas Hillerkuss, de la Universidad Autónoma de Zacatecas, presentó El microcosmos de Guadalajara visto mediante las primeras actas de casamientos del Sagrario de su Catedral (1599-1634), donde hace una descripción de las costumbres matrimoniales en Guadalajara en esa época, la cantidad de matrimonios y sus costos, estadísticas, contexto social y económico y el fenómeno de la migración hacia regiones con actividad económica más intensa, que logra a partir del análisis de los registros matrimoniales del Sagrario de esa ciudad. Uno de los detalles que llamaron su atención fue el hecho de que están presentes en esos registros todas las mezclas posibles de calidades étnicas, con el doble de variables de las que hay en los registros de la ciudad de México. Solo que en Guadalajara hay, en ese periodo, 600 registros, mientras que en México hay 22 mil.

Con esta mesa cerró la primera jornada del Coloquio.

Para el sábado 17 de agosto, la segunda y última jornada, se desarrollaron las siguientes mesas:

Mesa 6. Historia, siglo XIX.

Omar López Padilla, de la Universidad de Guadalajara, presentó Orígenes prodigiosas y la forja de una nueva identidad devocional: los señores de la Misericordia de Tepatitlán y Ocotlán (1839 y 1847), una comparación entre esos dos fenómenos de aparición de una figura de Cristo, sus similitudes y divergencias. Aunque se trata de fenómenos que ocurrieron muy cerca en el tiempo y en épocas de calamidades y situación social difícil, tienen diferencias importantes: la de Ocotlán es mucho más local y forma parte de una refundación identitaria, mientras que la de Tepatitlán atrae peregrinaciones de otros lugares. En ambos casos, dijo el ponente, forman parte de un cambio de devoción, del culto mariano al cristológico.

Manuel de Jesús Covarrubias Álvarez, de la Universidad de Guadalajara, expuso La historia oral como metodología en la obra de Agustín Rivera, donde analiza la obra Viaje a las ruinas del fuerte del Sombrero, de este personaje laguense, en la que recurrió a la tradición oral como fuente principal, por no existir documentos que describieran la vida en ese lugar durante la guerra de Independencia. El ponente reflexionó sobre la importancia de la oralidad para la conservación de la memoria colectiva desde la antigüedad y cómo fue criticada por subjetiva a partir del siglo XIX. Sin embargo, actualmente se está revalorando esta fuente, que puede ser importante dependiendo de la calidad de la entrevista.

 

Mesa 7. Historia, siglo XIX.

José Arturo Burciaga, de la Universidad Autónoma de Zacatecas, expuso Colotlán, año de 1817: demografía y población, sobre los datos que se pueden obtener de un padrón parroquial, como la configuración espacial, la identidad personal, oficios y conformación de las familias, aplicado al caso de esta ciudad del norte de Jalisco. En ese año, el padrón de Colotlán solo distingue entre mestizos, indios y españoles, a diferencia de otras parroquias.

Claudia Patricia Rivas Jiménez, de la Universidad de Guadalajara, expuso Asociaciones laborales en Guadalajara durante el siglo XIX, donde describe el proceso de abolición de los gremios a finales del virreinato, lo que dejó a los aprendices y artesanos a merced del abuso de los maestros, que podían maltratarlos o despedirlos sin contar con la protección de un gremio; así como de la desaparición de obrajes y comercios que no pudieron competir con la llegada de manufacturas extranjeras. Esto dio paso a la organización para la defensa laboral y de la importación, que incluyó asociaciones mutualistas y cooperativas, que no tenían una marcada identidad de clase, sino que aceptaban a cualquier persona; la ponente mencionó los nombres y composición de algunas de estas asociaciones y el trabajo que realizaron.

Betania Rodríguez Pérez, de la Universidad de Guadalajara, presentó el trabajo Causas y castigos impuestos a homicidas en Jalisco en los primeros años del México independiente (1823-1833), una descripción del tránsito del aparato de justicia virreinal al del nuevo país, con la herencia de muchas de las disposiciones legales e instancias de aplicación de justicia, que se fueron adaptando conforme México fue redactando sus propias leyes y fundando sus propias instituciones. La ponente ofreció estadísticas de cantidad de homicidios por año, sexo de los agresores y las víctimas y tipo de armas utilizadas.

 

Mesa 8. Historia, siglo XIX.

Evelin Mares, de El Colegio de Michoacán, presentó El conato de creación del estado de Moreno, 1870, donde describe el proceso de este intento de segregación territorial de Jalisco, el cuarto en su historia. Los habitantes de Lagos de Moreno, que se quedaron sin autoridades al huir éstas hacia León al arribo de los alzados que comandaba Trinidad García de la Cadena, en enero de 1870, llevaron a cabo la gestión de constituirse en estado libre y soberano, conforme a la ley, al sentirse desprotegidos. La ponente dio el contexto político de la República Restaurada, donde el presidente Juárez designó directamente a los gobernadores de los Estados, incluido Jalisco, donde el gobernador Antonio Gómez Cuervo carecía de legitimidad, lo que facilitó el surgimiento de estos conatos de separación del estado. Aunque no triunfó esta propuesta, meses después vendría la de crear el estado del Centro, cuando Lagos y León pretendieron constituirse en un nuevo estado de la Federación.

Francisco Javier Sánchez Muñoz, cronista de San Miguel el Alto, expuso La minería en Jalisco durante la segunda mitad del siglo XIX, una amplia descripción de la situación de esta industria en el estado en esa época, con una relación de las minas activas en cada cantón y las denuncias de minas en ese periodo y de las minas que se encuentran activas actualmente. El ponente propone emprender la protección y rescate de minas antiguas para fines turísticos e históricos, así como el decreto de zonas de monumentos históricos en pueblos de tradición minera y el nombramiento de Pueblo Mágico para Ojuelos, Etzatlán y Hostotipaquillo, todo esto con la intención de preservar el patrimonio cultural relacionado con la industria minera.

 

Claudia Gamiño en la mesa 9.

Mesa 9. Historia del siglo XX.

La doctora Claudia Gamiño Estrada, de la Universidad de Guadalajara, expuso el trabajo El Coloquio Internacional de Temas Jaliscienses, reflexiones y experiencias de investigación, donde compartió sus propias experiencias en las 15 ocasiones en que ha participado de esta actividad: sensaciones, temas de investigación, experiencia de la ciudad y el intercambio de ideas y conocimientos con colegas interesados en la cultura y la historia de Jalisco. Su exposición se complementó con fotografías de las ediciones del Coloquio en las que ha estado presente, que son una muestra de la evolución de este esfuerzo de difusión de la cultura.

Con esta ponencia terminó este vigésimo coloquio, cuyos trabajos fueron clausurados a las 14:00 horas del sábado 17 de agosto por el jefe del Archivo Histórico de Lagos, José Israel Gómez Alonzo.

Luego de la clausura, Israel Gómez guio a los asistentes en un recorrido por lo que será el Museo y Centro Cultural de la Ciudad, la antigua cárcel del municipio, una finca cuya etapa más antigua data del siglo XVII y que permitirá conocer la historia de Lagos y sus principales manifestaciones artísticas, así como desarrollar actividades académicas.

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