Los asistentes comentaron sus propias
experiencias lectoras de la sección del libro titulada La primera etapa (1699),
coincidiendo algunos de ellos en la confusión por las constantes citas al pie que
utiliza don Antonio. El cronista de Autlán, Guillermo Tovar, dio una
introducción a la lectura del libro explicando que no se trata de una ficción
sino de una pieza de microhistoria surgida del hallazgo del proceso que la
Inquisición siguió al autlense Marcos de Monroy por el delito de brujería. Don
Antonio transcribió los documentos que lo componen y, a partir de ellos,
realizó una narración del proceso; de este trabajo nació El brujo de Autlán,
que está dividido en dos partes, una con la narración y otra con la transcripción
de los documentos.
Como primera actividad del taller
y bajo la dirección del cronista, el grupo se dividió en cuatro equipos, cada
uno de los cuales tuvo la encomienda de analizar los primeros cuatro documentos
del proceso, mismos que sirvieron de base para el relato de la primera etapa. Enseguida,
expusieron al pleno una explicación del contenido del documento y algunas “rarezas”
que encontraron en él: palabras escritas de una forma distinta a como se escriben
ahora (don Antonio respetó la grafía de los documentos originales), redacción “burocrática”
o confusa, fórmulas de apertura o cierre de los documentos, entre otras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario