jueves, 27 de mayo de 2021

La llegada a Autlán de su primer obispo

El obispo Miguel González Ibarra. Wikimedia Commons.

 La diócesis rivoriense, con sede en Autlán, fue creada por el papa Juan XXIII el 28 de enero de 1961 mediante la bula “Cristifidelium utilitati”, con partes de los territorios de las diócesis de Colima y de Guadalajara. Para dirigir a la nueva diócesis fue designado el sacerdote Miguel González Ibarra, quien para entonces era párroco de Sayula.

Este personaje nació en Tlaquepaque el 29 de septiembre de 1918, se ordenó el 31 de mayo de 1945 y su primer destino fue la parroquia de Tepatitlán, como vicario cooperador. Pero donde más se le recuerda es en Tenamaxtlán, a donde llegó como párroco en 1949 y permaneció seis años. Allá organizó servicios educativos y religiosos para los niños y jóvenes. En 1957 fue designado párroco de Sayula, de donde pasó a dirigir la diócesis de Autlán. Fue el 20 de marzo de 1961 cuando el papa Juan XXIII expide la bula mediante la cual avisa a González Ibarra su designación como obispo.

La comunidad de la parroquia de Autlán comenzó a organizarse para recibir al nuevo párroco desde que se confirmó la noticia de la erección de la diócesis: el 12 de marzo se celebró una reunión en el Casino Autlense, convocada y presidida por el párroco Luis Gallardo Alcaraz, para organizar los festejos y, sobre todo, para buscar medios para financiarlos. Entre los participantes en estos preparativos estuvieron el licenciado Mauro González Luna, el párroco de El Grullo Librado Gómez, Jaime Llamas, Luis Felipe Castañeda, Javier Valencia Luna y muchos otros.

El primer obispo llegó a Autlán la tarde del 27 de mayo de 1961, entrando por la calle Hidalgo acompañado por el arzobispo de Guadalajara José Garibi Rivera, el delegado apostólico Luigi Raimondi, los obispos de Colima y de Querétaro, Ignacio de Alba y Alfonso Toriz Cobián, entre otros. La calle estaba adornada desde el día anterior con lazos de papel de colores blanco y amarillo y con arcos en todos los cruces. Además, claro, había una multitud aclamando al nuevo obispo. Esa tarde llegaron hasta la parroquia del Divino Salvador, donde se llevó a cabo en ese momento el acto solemne de erección de la diócesis. Esa noche, además, hubo un festival popular en la Alameda, con la participación de, entre otras, las bandas de música de El Grullo y Sayula, bailables a cargo de las escuelas 20 de Noviembre, Colegio de la Concepción, Tepeyac, entre otras.

Al día siguiente, 28 de mayo, a las 9 de la mañana, en este lugar se llevó a cabo la ceremonia de consagración del nuevo obispo. El templo estaba, como ahora, inconcluso, aunque con un grado de avance mucho menor. Se colocaron graderías de madera en los cruceros y se amuebló el resto del templo con bancas de otros templos, para alojar a una gran cantidad de fieles. La ceremonia fue presidida por José Garibi, quien hizo el interrogatorio de rigor a González Ibarra.

Luego de la ceremonia se sirvió un banquete en el Casino Autlense, después del cual el nuevo obispo hizo un recorrido por las calles de Autlán. Por la noche, para cerrar la jornada, hubo un acto literario musical en el Casino Autlense, en el que participaron nada menos que don Efraín González Luna y fray Octavio Michel con discursos, la profesora Áurea Corona al piano, un cuarteto de cuerdas en el que tocaron Moisés Alatorre y Álvaro Cuéllar, Gildardo Michel en el violín y Rogaciano Arias Michel con un poema compuesto por él para la ocasión.

Fuentes:

* MENDEZ García, Francisco. "Reconstruyendo la historia de una institución educativa. Seminario diocesano Santa María de Guadalupe". Autlán, 1996.
* VILLASEÑOR Bordes, Rubén. "Autlán". Guadalajara, 1987.

5 comentarios:

Unknown dijo...

Muy buen sacerdote y muy querido por la gente Qepd

Anónimo dijo...

Creo sintemor a equivocarme, ha sido el mejor Señor Obispo.

Anónimo dijo...

Un gran Obispo para la Diócesis de Autlán!! Muy humilde y servicial von toda la gente . 🙏🙏🙏QEPD .

Anónimo dijo...

Fue un gran Sr Obispo, muy humilde y entregado a su pueblo !! , QEPD . 🙏🙏

Anónimo dijo...

La Virgen de El Rosario de dos metros y medio al óleo estuvo en la esquina de el Instituto Autlenses sobre un marco apoyado de ulado a otro de la calle y sobre ese marco al centro