domingo, 26 de julio de 2015

Adiós al edificio del Cinerama


Publicado originalmente en Letra Fría.

Hace algunos días comenzaron los trabajos de remodelación del edificio que por más de 40 años albergó al Cinerama Autlán, para convertirlo en una tienda de telas, según la versión de los albañiles que están ejecutando esos trabajos. Con esto terminaría en unos cuantos meses la vocación que este inmueble tuvo como foro de espectáculos, entretenimiento y actos sociales, que se remonta a casi un siglo atrás.
En diciembre de 1929 se puso en funcionamiento ahí el teatro Mutualista, de soberbia arquitectura, construido por la Benemérita Sociedad Mutualista de Empleados, Obreros y Artesanos, donde el grupo de teatro de la Sociedad representaba obras y se organizaban conciertos, “cuadros plásticos”, funciones de cine, entre otros. A fines de la década de 1960 el magnífico edificio del teatro Mutualista fue destruido para construir el Cinerama que todos conocimos, al estilo de las grandes salas de cine de esa época, con capacidad para más de mil espectadores. La forma de presentar las funciones de cine no cambió prácticamente nada durante el casi medio siglo de vida del Cinerama, con la proyección de un “estreno” semanal, que se presentaba en tres funciones durante todos los días del resto de la semana, con intermedios y en una sola sala, a diferencia de las modernas salas múltiples, con variedad de programas.
El edificio tampoco cambió en estos años: tanto la construcción como los muebles (butacas, dulcería, baños), el anuncio luminoso con su nombre y las marquesinas para anunciar la película de la semana eran prácticamente los mismos desde su inauguración y estuvieron en uso todavía hasta diciembre del año pasado, cuando ocurrió la última función.
El Cinerama no fue solamente una sala de cine: por muchos años fue el principal lugar de entretenimiento de los autlenses, punto de reunión y de referencia. Ahí conocimos, principalmente antes de la llegada de las videocaseteras y otros medios para ver cine en casa, las principales producciones del séptimo arte nacional y hollywoodense. También pudimos asistir a obras de teatro (aquí se presentaron actores célebres como Chespirito y su elenco, Tito Mena, quien sufrió en este escenario un infarto en plena función, que le provocó la muerte, y Gonzalo Vega), a actos académicos de graduación, entre otras actividades.
En los últimos meses el Cinerama, a pesar del esfuerzo de sus administradores por modernizarlo, fue arrollado por la llegada de nuevas opciones para consumir cine, con mejores servicios al mismo precio. Al no poder competir y no haber quien se atreviera a hacer la formidable inversión necesaria para mantenerlo con vida, fue inevitable su cierre y el consiguiente cambio de giro del inmueble, el último gran cine de los tres que llegaron a existir en nuestra región. Con él se va una parte importante de nuestra cultura popular y las vivencias de varias generaciones de autlenses.

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