Después de estos eventos simbólicos (17:30 hrs.) vino lo más interesante: en el patio central de la Presidencia Municipal se realizaron dos foros relacionados con la historia de la prepa de Autlán. El primero de ellos, titulado "La preparatoria regional de Autlán, su historia y su trascendencia", tuvo como protagonistas a los ya mencionados Daniel Ruiz Villalobos y Luis Rafael Martínez Pérez, además de al actual director de la EPRA, Carlos Eusebio Márquez Villarreal. La mecánica de este foro (y del que le siguió) fue la siguiente: una participación de unos 15 o 20 minutos de cada uno de los invitados y una sesión de preguntas y respuestas al final.
En el primero de los foros el primero en hablar fue el doctor Ruiz Villalobos. Él hizo una muy interesante reseña de Autlán en 1959 en los aspectos económico, cultural, social, educativo y de salud: según sus palabras se trataba de un pueblo no muy próspero, dedicado mayoritariamente al comercio y a una mala agricultura. Los grandes burgueses se habían ido hacía algunos años, después del reparto de tierras y quedaban, formando la clase alta algunos comerciantes mayoristas, la clase media los 4 profesionistas que había más algunos artesanos y burócratas, la clase baja de los empleados y el lumpen, formado por algunos cantineros y prostitutas y, curiosamente, ni un solo mendigo. También se habían ido algunos grandes artistas (los hermanos Rodríguez que después serían cineastas, los Alatorre, Áurea Corona, Hermilio Hernández) y habían pasado también los años de la intensa actividad artística que dio fama a Autlán: los grupos de teatro y de música, el Teatro Mutualista eran ya elementos del pasado. Este era el contexto en que nació la preparatoria en Autlán, que conicidió con el resurgimiento de Autlán en lo económico y cultural en la década de los 60.
El maestro Martínez Pérez hizo un recuento de la historia de la EPRA a partir de su incorporación como dependencia de la UdeG (la primera fuera de Guadalajara): su comienzo con 4 aulas y el ahora añorado auditorio, su crecimiento material y en cuanto a influencia en otros municipios, la construcción de la red de transporte para traer a los alumnos que venían diario de otras poblaciones...
El último de este foro fue el director Márquez Villarreal, que no aportó gran cosa. Solo ofreció algunas estadísticas de matrícula en la escuela en los últimos semestres, alabó a los pioneros de la preparatoria de Autlán y comparó las condiciones en las que trabajaron ellos y las condiciones actuales. También se enojó cuando en la sesión de preguntas y respuestas alguien preguntó si algún día llegaremos a ver la verdadera descentralización de la UdeG o la seguiremos viendo en las manos del mismo dueño. Dijo que si alguien tenía una escritura la llevara al CGU...
El segundo foro se tituló "La Preparatoria Regional de Autlán a través de sus alumnos" y comenzó cinco minutos después de que terminara el anterior. En este participaron el LE José Luis Guerrero Moreno, alumno de la generación del ´59, el IQ Rafael García Pérez, de la de 1975 y la actual alumna Rosa Villafaña Sánchez.
Comenzó el lic. Guerrero Moreno diciendo algo similar a lo que dijo Ruiz Villalobos en su oportunidad, haciendo un bosquejo de la vida en Autlán en 1959, para después platicar lo que hizo después de la prepa: terminó el nivel medio superior en Guadalajara, fue de los que tomaron una beca para estudiar economía en el Instituto Patricio Lumumba en Moscú a mediados de los 60 y su trayectoria profesional en la UNAM, el gobierno del DF, entre otros. También al final hizo una fuerte crítica a la clase política mexicana, a los sindicatos, a los maestros y a todos los culpables del subdesarrollo mexicano, ubicando la principal causa del mencionado subdesarrollo en la falta de interés en la educación.
El ingeniero García Pérez recordó su estancia en la EPRA como alumno y como maestro, haciendo énfasis en la facilidad con que ahora se puede estudiar la prepa sin salir de la región en que el alumno se ha desarrollado.
El foro lo cerró la alumna Rosa Villafaña exhortando a sus compañeros a "ponerse la camiseta" de la EPRA y dedicarse más al estudio, recomendando lo mismo a los maestros y a la directiva de la escuela. Ella dijo, en la cara de muchos maestros y directivos, que no quiere pensar que el decaimiento del espíritu universitario que percibe en la prepa se deba a que los alumnos no valoran el hecho de poder estudiarla en su propio pueblo porque no les cuesta, que para los maestros la docencia sea solo un trabajo y que los puestos directivos sean solo un regalo para mejorar el currículum del personaje en turno.
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