El secretario de Cultura dirigió
un mensaje al público antes de comenzar el concierto, en el que agradeció el apoyo
al grupo de artistas que conforman la orquesta por parte de sus familias y dijo
que el concierto de esa noche estaba cargado de expectativas y de orgullo por
el fruto de cinco meses de ensayos semanales. Afirmó que la conformación de
esta orquesta pretende dar a los alumnos nuevas plataformas de aprendizaje, por
lo cual este concierto es un logro, aunque aseguró que vendrán más actividades
de este tipo en los próximos años.
Dicho esto, comenzó la música. La
marcha Radetsky, de Johann Strauss, y Cuadros de una exposición,
de Modest Músorgski, abrieron la velada, para dar el salto del siglo XIX al XX
con las piezas de las películas Avengers y Volver al futuro, de
Alan Silvestri y arreglos de Johnnie Vinson. La primera parte cerró con un
popurrí de piezas de cine, Pixar favorites, arreglado por Michael Brown.
La segunda parte del concierto fue
un anticipo de las fiestas navideñas. Comenzó con una suite de El Cascanueces,
de Tchaikovski, con la Marcha, Trepak, Danza del hada de azúcar y el Vals de
las flores, que incluyeron solos bien ejecutados en instrumentos de percusiones
y metales. Para interpretar la siguiente pieza, Noche de paz, el
director pidió la ayuda del público para hacer un coro con la archiconocida
letra, que fue atendida por un sector del auditorio, logrando un efecto y un
ambiente muy emotivos. A este momento siguieron las interpretaciones de Christmas
fugue, de Robert Brown; Ukranian bell Carol, con arreglos de Richard
Saucedo, y terminó con dos piezas navideñas más, Chrisstmas, that special
time of the year, de Calvin Cluster, y Sleigh ride, arreglada por
Bob Cerulli.
Con esto concluyó el programa,
aunque el público no permitió que la orquesta abandonara el escenario sin antes
tocar otra pieza. El director volvió a colocarse frente a sus músicos y los
dirigió por última vez, para volver a tocar Sleigh ride.
El concierto fue premiado por el
público con una prolongada ovación de pie, que también fue una manera de
reconocer el esfuerzo que durante más de veinte sábados desplegaron los
integrantes de la orquesta, sus profesores y el personal de ECOS para que este
momento fuera posible, junto con la carga de aprendizajes y crecimiento que
significó para los jóvenes intérpretes.
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