viernes, 14 de junio de 2024

Defensa de una tesis de maestría sobre la recuperación socioambiental del arroyo El Coajinque


 En la sala José Trinidad Lepe Preciado del Centro Cultural José Atanasio Monroy, en el Centro Universitario de la Costa Sur, la investigadora Lanci Amapola Duque Zepeda defendió el pasado martes 11 de junio su tesis de maestría, titulada Estrategia para la recuperación socioambiental del arroyo El Coajinque, en Autlán de la Grana, Jalisco. La sesión para la defensa de la tesis comenzó a las 9:07 horas, con la presencia de unas 15 personas.

La tesis fue presentada ante un presídium integrado por los doctores Gabriela Pérez Carrillo como presidente, Francia Elizabeth Rodríguez Contreras como secretaria y Claudia Ortiz Arrona, Luis Manuel Martínez Rivera y Óscar Gilberto Cárdenas Hernández como vocales.

La maestrante comenzó su presentación dando algunos conceptos generales sobre los ríos y arroyos y su importancia ambiental, así como su relación con las sociedades que, de ser casi sagrada en tiempos pasados, ha ido degenerando hasta dejar a estos cuerpos de agua como meros vertederos de los desechos de los asentamientos humanos.

Sobre el Coajinque, mencionó que se trata de un sitio de prioridad media y alta para la conservación de la biodiversidad. En su hipótesis, la ponente plantea que este arroyo padece una problemática ambiental derivada de la actividad humana al cruce con la ciudad de Autlán, iniciando un proceso de degradación que, sin embargo, se puede abordar de manera efectiva a través de una estrategia participativa que involucre a sociedad organizada y gobierno.

Al planteamiento de la hipótesis siguió una interesante exposición de datos del Coajinque, en los ámbitos de la geografía, la geología y la edafología, de su biodiversidad y su importancia cultural para Autlán, así como del impacto ambiental que se advierte a lo largo de su cuenca. Como sabemos, se trata de un arroyo intermitente, que nace en la sierra de Cacoma, en los límites entre los municipios de Villa Purificación y Autlán y es un tributario del río Ayuquila. Lo que pocos sabemos es que el Coajinque forma parte de la región hidrológica 16 Bc, su cuenca tiene una superficie de 75km2 y su cauce va de los 1,863 msnm a los 862, con una pendiente de casi mil metros. Lo alimentan 461 escurrimientos a lo largo de su recorrido hacia el Ayuquila, siendo los más importantes los arroyos Potrero de Enmedio, Agua Salada y El Cristiano, todos ubicados antes de que el Coajinque entre a la zona urbana de Autlán.

Con respecto a la relación del Coajinque con los autlenses, la ponente explicó que existen 51 servicios ambientales que el arroyo potencialmente puede prestar a la sociedad del municipio, que se dividen en servicios de aprovisionamiento, de regulación y culturales. Enseguida, habló del grado de conservación ambiental de la cuenca, dividida en cuatro zonas: rural, desde su nacimiento hasta la Casa de Piedra; periurbana alta, de la Casa de Piedra a la colonia Obrera; urbana, al paso por la ciudad; y periurbana baja, en los suburbios de Autlán, más allá del periférico. El nivel de conservación va empeorando conforme avanza el arroyo desde la zona rural.

En la primera de estas zonas, según la exposición, la calidad ambiental del arroyo es moderada, con impactos por extracción de agua de forma irregular y contaminación por la cercanía de asentamientos humanos, así como por el cambio de uso de suelo, agravado este último por la apertura de la carretera a Purificación. La zona periurbana alta tiene una calidad ambiental pobre, afectada por la erosión, el vertimiento de aguas residuales y de basura y escombros. Es un poco peor la calidad ambiental en la zona urbana, que presenta, además de las afectaciones de la zona periurbana alta, el confinamiento de márgenes por urbanización y la invasión de la zona federal, además de trabajos de desazolve mal planeados. Es, sin embargo, la zona más visitada por las personas con fines recreativos.

La zona periurbana baja es la peor conservada, tiene muy poca vegetación, presencia de especies invasoras y vertimiento de drenaje, además de los impactos que presentan las zonas anteriores. Aquí se vierten las aguas negras de Autlán, incluyendo los desechos del rastro municipal, sin tratamiento.

Con todo, el Coajinque es una zona de gran relevancia en términos de biodiversidad, poco estudiada y sometida a varios agentes de degradación, principalmente por acción humana. Ante este problema, Lanci Duque propone una propuesta de intervención de 43 acciones en ocho ejes temáticos, con los que se alcanzarían 55 metas específicas. Algunas de estas acciones ya están en marcha a través del grupo Amigos del Coajinque y de la creación de un consejo municipal para el cuidado de las cuencas.

Entre las conclusiones, la ponente mencionó la importancia cultural y ambiental que tiene el Coajinque para Autlán y la conexión de sus habitantes con este arroyo, que presenta desafíos ambientales y socioeconómicos que se pueden enfrentar, todavía.

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