La tarde de este martes 1 de junio en el salón de usos múltiples del Museo Regional se celebró, de nuevo, la primera sesión del taller de lectura de la novela Retrato de una niña triste, de Olivia Zúñiga. La sesión comenzó a las 17:10 horas y tuvo una asistencia de ocho personas.
Dije que la sesión se celebró de nuevo porque este taller, el quinto de su tipo que organiza el Museo, ya había iniciado el martes 3 de marzo de 2020 pero tuvo que ser suspendido debido a la pandemia. Fue hasta hoy, 15 meses después, que lo pudimos reiniciar.
La sesión de hoy comenzó con una exposición de Guillermo Tovar, cronista de Autlán, de algunos datos biográficos de la autora de la novela y del padre de ella, el general Eugenio Zúñiga, así como de la historia y características de la penitenciaría de Escobedo de Guadalajara, lugar donde el general estuvo preso durante la infancia de Olivia. El cronista explicó que, aunque está información no parecería muy relacionada con la novela, ayudaría a entender mejor algunos pasajes y descripciones que aparecen en ella.
Luego de esta exposición los asistentes leímos en voz alta, por turnos, el primer capítulo de la novela, en la que la protagonista, Joana, narra su estancia en la clínica Mayo durante un tratamiento médico. Luego de la lectura los participantes hicimos algunos comentarios sobre el tono oscuro de la prosa de Olivia Zúñiga, el desamparo y la tristeza que refleja y que anticipan el ambiente de la novela.
Los trabajos del taller continuarán durante todos los martes de junio, entre las 17:00 y las 19:00 horas. Los trabajos culminarán con una visita a Tenamaxtlán, el lugar donde transcurre la infancia de la protagonista, el primer fin de semana de julio.
Antes de este taller se realizaron en el Museo los de las novelas Pedro Páramo, La feria, Al filo del agua y La canoa perdida.
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