Cascada en El Profundo. |
El nombre de Autlán, de origen nahuatl, significa "cerca del camino de agua". Este detalle, junto con la cantidad de lechos de arroyos que rodean al pueblo, casi todos secos durante la mayor parte del año, conforman una fina ironía sobre la escasez de agua que padece Autlán desde su fundación española.
En la actualidad, el único arroyo por el que corre agua todo el año es el de Ayutita, al norte del valle. Esta corriente, que baja desde la sierra de Cacoma atravesando en varios puntos el camino que lleva a los peregrinos que hacen a pie la ruta a Talpa, es la causa de la exhuberancia natural de esta parte del municipio, reflejada en un verde perenne, enormes árboles y ganado bastante gordo.
Aunque los beneficios de este arroyo llegan también, desde hace más de un siglo, hasta la población de Autlán, distante unos cinco kilómetros. Además de disfrutar los parajes que el arroyo forma aquí, como el famoso Primer Paso, cuya frescura es ideal para combatir el calor del verano, los autlenses siempre han codiciado el agua que corre constantemente por Ayutita y los ranchos vecinos. La otra alternativa para el abasto de agua para Autlán ha sido siempre su extracción del subsuelo.
Vista de la represa de El Profundo. |
Según las Crónicas de Autlán de la Grana, de don Ernesto Medina Lima, desde mediados del siglo XVIII los vecinos de Autlán ya se organizaban para encontrar la forma de transportar agua del arroyo de Ayutita al pueblo, lográndolo por fin en 1787, por medio de un rudimentario acueducto que con el tiempo y el abandono se fue deteriorando. El abasto del agua de Ayutita se suspendió hasta los años 50 del siglo XIX, cuando el benefactor Antonio Borbón financió otra obra para traer el agua de aquel rumbo. El recuerdo de estos esfuerzos por dotar de agua a Autlán pervive en el nombre del barrio de Los Arquitos, referente a los acueductos por los que viajaba el líquido.
Planta de bombeo. |
En nuestros días el arroyo de Ayutita sigue haciendo llegar sus aguas a Autlán, ahora con una tecnología un poco más avanzada. En el tramo del arroyo conocido como El Profundo, un par de kilómetros arriba del rancho La Lima, el Ayuntamiento de Autlán tiene construida una pequeña represa desde donde se bombea agua por medio de mangueras para surtir a los ranchos cercanos y a los barrios del norte del pueblo. Cerca de este lugar, justo a la orilla del camino, pueden verse todavía los restos de una antigua acequia hecha con ladrillos muy grandes, probablemente vestigios de las obras de ingeniería que mencioné arriba. De ser así, estos viejos tabiques tendrían un valor histórico muy alto.
La antigua acequia. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario