La fotografía es un trabajo muy admirado por los autlenses, tanto los que seguimos aquí como los que emigraron. Es común que en las redes sociales se compartan muchas fotografías de lugares importantes o significativos del pueblo, a veces desde ángulos o con técnicas novedosas, que permiten tener un punto de vista distinto de nuestra cotidianidad.
Sin embargo, entre los trabajos más apreciados de esta arte están las fotografías del Autlán antiguo. Gozan de especial demanda las fotos de personajes comunes en el Autlán de antes de la apertura de la carretera a Guadalajara, así como de sus espacios públicos, sin faltar nunca las comparaciones con el paisaje actual.
El libro Autlán Siglo XX, del señor Arturo Daniel Valencia Pelayo, reúne una importantísima muestra de fotografías de este periodo. Con la premisa de que "el pueblo que pierde su historia pierde su identidad", el señor Valencia se lanzó a buscar en las colecciones familiares de varios personajes autlenses fotografías y documentos desconocidos por la mayoría de los habitantes del pueblo con la intención de difundirlos.
Así reunió alrededor de 100 imágenes, que le sirvieron para hacer este interesante ejercicio de rescate de la historia gráfica de Autlán. Sin respetar un orden cronológico, el autor organizó sus imágenes en diez grupos ("Recorrido por calles y lugares de interés", "Acontecimientos especiales", "Recuerdos deportivos", "Eventos cívicos", "Músicos, artistas y ballet folclórico", "Carnaval", "Paseos", "Haciendas de Ahuacapán, Tecomatlán y Jalocote", "Personajes" y "Efectos del sismo del 3 de junio de 1932"), acompañando a la mayoría de ellas de breves descripciones, observaciones y datos que ayudan a entender mejor el valor de cada pieza.
En cada grupo se pueden ver tanto imágenes de las primeras décadas del siglo como de sus últimos años, desde fotografías hasta carteles, pasando por recortes de periódicos y hasta una muestra de un diploma otorgado por la Minera Autlán a uno de sus empleados. Hay fotos de alto valor histórico, como las que muestran en su esplendor construcciones que ahora ya no existen o están en ruinas (está el ejemplo infaltable de la torrecilla del reloj pero también de las casas antiguas de la calle de Borbón) y también de desfiles y manifestaciones políticas, otras de alto valor sentimental para los autlenses, como las que muestran antigüedades del Carnaval (ahí están el célebre toro de cartón de don Felipe Uribe y los retratos de las reinas), retratos de personajes con nombre de calle y otras menos atractivas para un observador no autlense, como los detalles de construcciones viejas o los paisajes y fotos de calles.
Toda esta colección está aderezada con textos de nuestro insigne cronista don Ernesto Medina Lima, planos de la ciudad, biografías breves de personajes y gran diversidad de datos, como una lista de los comercios y lugares de interés en los años 1930 y algunas efemérides. Sin duda un trabajo de mucha importancia para la cultura de Autlán, que bien merece una nueva edición donde se mejore la calidad de la impresión y la organización de los datos.
El libro puede conseguirse en las librerías de Autlán y tiene un precio de 150 pesos.
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