Retrato anónimo del obispo Juan Leandro Gómez de Parada. Mediateca del INAH |
El obispo Juan Leandro
Gómez de Parada nació el 13 de marzo de 1678 en Guadalajara, capital del reino
de la Nueva Galicia, e ingresó al Colegio Mayor de Santa María de Todos los
Santos de la ciudad de México el 8 de noviembre de 1699, recibiendo las órdenes
sacerdotales a fines del año siguiente. En 1703 recibió el grado de doctor en
Teología en la Universidad de Salamanca, España, institución en la que impartió
la cátedra de Filosofía durante tres años. En 1708 regresó a América con el
cargo de racionero de la Catedral de México, por nombramiento otorgado por el
rey Felipe V. Poco después fue designado representante ante el Consejo del Rey
del Cabildo Metropolitano, por lo que tuvo que pasar de nuevo a Madrid, donde
permaneció varios años. Estando en España renunció a favor de su hermano Pedro,
en 1711, a su parte del mayorazgo de Ahuacapán y Miraflores, en la actual Costa
de Jalisco, que sus padres estaban en proceso de fundar.
Su carrera eclesiástica
tuvo un desarrollo fulgurante en los siguientes años: a su nuevo regreso de
España desempeñó el cargo de maestrescuelas en la Catedral de México y, en
junio de 1715 fue propuesto por el rey de España para ocupar el obispado de
Yucatán, que se encontraba vacante desde el año anterior. El 17 de diciembre de
ese 1715 el papa Clemente XI expidió las bulas con las que se designó a Juan
Leandro Gómez de Parada obispo de Yucatán, siendo consagrado en la Catedral de
México el 28 de octubre de 1716 por el arzobispo José Lanciego y Eguilaz. El 7
de diciembre toma posesión del obispado, hacienda inmediatamente una visita
general de él. Entre 1721 y 1722 organizó un sínodo diocesano en Mérida, con la
intención de mejorar combatir la ignorancia y relajación en que encontró al
clero yucateco.
El 6 de julio de 1729
Gómez de Parada fue promovido al obispado de Guatemala, en la que también hizo
visita episcopal y promovió la construcción de instalaciones adecuadas para su
funcionamiento, como el monasterio de las religiosas capuchinas.
Luego de la muerte del
obispo de Guadalajara, Nicolás Carlos Gómez de Cervantes, ocurrida el 6 de
noviembre de 1734, el rey de España promovió a Gómez de Parada para ocupar esta
sede vacante, el 18 de septiembre de 1735, expidiendo el papa las bulas
correspondientes el 2 de diciembre siguiente. El 15 de mayo de 1736 el nuevo
obispo tapatío comenzó el viaje desde Guatemala a su nueva sede. En octubre de
ese año ya se encontraba en la ciudad de México, aunque sin poder seguir a
Guadalajara a causa del mal estado de los caminos luego del temporal de lluvias
de ese año, por lo que tuvo que tomar posesión del obispado por poder otorgado
a su hermano Ginés Gómez de Parada, deán de la Catedral de Guadalajara. El
nuevo obispo llegó por fin a la capital de Nueva Galicia el 24 de diciembre,
iniciando su gestion el día 28.
El obispado de Juan
Leandro Gómez de Parada se distinguió por la construcción del Colegio de San
Diego y de la Casa de Recogidas, la promoción del comercio por el océano
Pacífico y las gestiones infructuosas para establecer una Casa de Moneda en
Guadalajara.
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